El PP y Ciudadanos unieron ayer fuerzas con Vox para aprobar en la Asamblea de Madrid una proposición no de ley del partido de ultraderecha que insta al Gobierno central a ilegalizar «los partidos separatistas que atentan contra la unidad» de España». El PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos votaron en contra de la iniciativa. El texto, que no tiene carácter vinculante, pide al Ejecutivo que ilegalice de forma «inmediata» las formaciones independentistas «con los instrumentos legales a su alcance o procediendo a las reformas legales que habiliten a ello», informó Efe.

Pero además, solicita al Gobierno autonómico que reclame a la Unión Europea (UE) que inscriba a los CDR en la lista de organizaciones criminales y terroristas, y «se proceda de inmediato a suspender cualquier pago o subvención que pudieran estar percibiendo», tanto ellos como «cualquier otra asociación u organización» con la que tengan «relación directa o indirecta».

En el debate, todos los grupos arremetieron contra Vox, incluidos los populares y los naranjas, a pesar de que acabaron votando con los ultras. Ambas formaciones habían presentado dos enmiendas, que Vox rechazó.

LOS REPROCHES

El grupo parlamentario de la popular Isabel Díaz Ayuso, la presidenta autonómica, señaló en una nota de prensa que la propuesta de Vox era «muy deficiente técnica y jurídicamente».

Incluso, en el pleno, la viceconsejera de Justicia de la comunidad, Yolanda Ibarrola (PP), recordó que en España «los gobiernos no ilegalizan partidos», sino que, en todo caso, inician el procedimiento ante el Tribunal Supremo. Afeó, además, a Vox el «tinte electoralista» de su iniciativa a tres días de las generales. También señaló que es el Gobierno central y no la comunidad el que puede instar a la UE a incluir un partido en la lista de organizaciones terroristas. Esa formación, matizó, debe estar encausada o condenada por sentencia firme, una circunstancia que Unidas Podemos recordó que no se daba.

El grupo del naranja Ignacio Aguado, por su parte, no escatimó reproches a los ultras. «Está sobre la mesa el debate de su propia ilegalización por atentar contra el ordenamiento jurídico, contra valores constitucionales como la igualdad y la no discriminación», espetó la diputada de Cs Araceli Gómez.

El PSOE subrayó que en democracia «las ideas no delinquen salvo que expresen odio» y Más Madrid acusó a los ultras de pasar «una línea roja».

El diputado de Vox Ignacio Arias justificó la propuesta de su grupo con la concentración que se convocó en Madrid contra el la sentencia del procés, a la que acudieron 4.000 personas «en apoyo de los CDR».