Salvo en avión, puesto que no hay conexión a Madrid, cualquier medio era bueno ayer para dirigentes, militantes y simpatizantes del PP y Cs para trasladarse a la capital de España y pedirle al presidente Pedro Sánchez que convoque elecciones generales y que «no ponga en riesgo la unidad de la nación». Los convocantes de esta concentración, a la que se unió el PAR y Vox, movilizaron a más de 700 aragoneses, según los cálculos de populares y ciudadanos.

El PP aragonés que preside Luis María Beamonte fue el que más músculo quiso mostrar, fletando siete autobuses desde las tres capitales de provincia. Cinco euros era el precio a pagar para conseguir plaza en ellos. En el interior de los mismos convivieron diputados como Javier Campoy, Marian Orós, Mar Vaquero, senadores como Manuel Blasco y Luisa Fernanda Rudi o el alcaldable por esta formación para el Ayuntamiento de Zaragoza, Jorge Azcón y su homóloga en Huesca, Ana Alós, con militantes de base. Las bufandas con los colores patrios y las grandes banderas que llevaban sobre los hombros de los plumas, que lucían de forma mayoritaria, les ayudaron a combatir el frío a las 6.00 horas. Momento en el que estaban convocados para viajar a Madrid. En medio de la euforia también tuvieron tiempo para acordarse de su compañero de partido Antonio Torres, recientemente fallecido y que no faltaba a ninguna cita de este tipo.

Desde Ciudadanos movilizaron dos autobuses. Medio que empleó la portavoz en el ayuntamiento de la capital aragonesa, Sara Fernández. Madrugaron tanto como los populares, aunque no ondearon las enseñas patrias hasta bien entrados en faena. La delegación de Cs se completó con la portavoz en las Cortes, Susana Gaspar, los diputados Javier Martínez y Jesús Ansó o el portavoz en el consistorio oscense, José Luis Cadena, entre otros. Nutrida fue la presencia de jóvenes pertenecientes a Cs y que animaron un viaje a Madrid en el que no solo gritaron contra Sánchez, sino que alguno aprovechó para hacerse una foto con Manuel Valls, que aspira a ser alcalde de Barcelona.

Una vez allí, todos aunaron voces para defender la unidad de España. Beamonte justificó la presencia del PP aragonés, afirmando que «la gente sale a la calle pidiendo respeto al modelo de convivencia que nos dimos el conjunto de los españoles». «Queremos elecciones para ser capaces de volver a escenarios de normalidad política», apostilló.

Desde Cs, Gaspar aseveró que ha sido «la demostración del hartazgo de los españoles». «Dicen que hemos estado 45.000 personas, pero solo hay que mirar las imágenes áreas, pero eso no lo va a ver la Delegación del Gobierno», recalcó.

Arturo Aliaga capitaneó la presencia del PAR en Madrid y recalcó su lucha «contra el nacionalismo irracional y mentiroso que tergiversa la historia y perjudica a todo el país impidiendo el crecimiento y el bienestar social». «Retienen nuestros bienes, tergiversan nuestra historia y cambian límites geográficos anexándose Aragón. No lo podemos consentir», incidió el aragonesista.

Frente a estos posicionamientos estuvo el presidente de Aragón, el socialista Javier Lambán. En su cuenta de Twitter señaló que «la movilización ha sido un fracaso de los convocantes, a pesar de fletar cientos de buses». «Vox y Torra han ganado y la democracia ha perdido», incidió.