El servicio de atención telefónica del Ayuntamiento de Zaragoza, el 010, volvía ayer al debate en el salón de plenos y acabó nuevamente en bronca y por undécima vez en revés a las intenciones del responsable de Servicios Públicos y Personal, Alberto Cubero, al ver cómo PP, PSOE y Ciudadanos (Cs) sumaban sus votos para rechazar la incorporación de las 14 trabajadoras del servicio a la plantilla municipal.

Seguirán siendo personal laboral del consistorio y no solo por la negativa de estos tres partidos, ya que, según denunció la portavoz de la formación naranja, Sara Fernández, el edil de Zaragoza en Común (ZeC) contaba con el informe que avalaba esa incorporación «siete días antes» de aprobar la oferta pública de empleo (OPE) para el 2018, que no las incluía porque no entregó ese documento a la oposición hasta el 9 de enero. Y la sentencia en la que se basa el concejal para integrar esas plazas en la plantilla municipal para acatar ese fallo judicial, también le obligaba a sacarlas a concurso, en esa OPE, que era, según reafirmó él mismo la parte que no le gustaba del mandato judicial.

Cubero, que anunció que este intento, el úndécimo en esta legislatura, será el último que haga antes de las elecciones, les había pedido la abstención para culminar un proceso que, en su opinión, «ya ha finalizado con final feliz». Porque esas trabajadoras ya no sufren impagos de su nómina, la empresa Pyrenalia ya ha desaparecido y ahora la gestión es directa, más barata y con mejoras que han llegado y otras que están por venir antes de mayo, garantizó.

PP, PSOE y Cs le recordaron que otra sentencia en el contencioso-administrativo sigue viva, porque la ha recurrido ZeC y que decía que aquella subrogación del personal que aprobó el Gobierno de ZeC es «nula de pleno derecho». Y hasta que no sea firme, nada ha terminado. «Vengo aquí a defender los derechos de los trabajadores, no la legislación vigente», respondió Cubero.