Dos meses de tramitación, comisiones, ponencia especial y 1.392 enmiendas después, el Parlamento aprobó el presupuesto de la comunidad para el 2015: 4.654,68 millones de euros. Todo este farragoso camino recorrido para que ayer el debate se centrara solo en el 0,03% del global de las cuentas. Concretamente en los 1,5 millones de euros que PSOE, CHA, IU y PAR pactaron para incrementar la partida de la Universidad de Zaragoza. El PP se quedó solo y aislado en su cruzada contra el rectorado. Se dio así una situación inédita: por primera vez el Gobierno perdía una votación que conllevaba la modificación del presupuesto. Recibió por ello los reproches de todos los grupos, incluido su socio, el PAR que fue especialmente duro con su compañero de viaje durante estos cuatro años.

Los populares, con la consejera de Educación, Dolores Serrat, a la cabeza, llevan unos días aireando que la consignación de estos 1,5 millones a la universidad tendrá consecuencias. Aseguran que no se podrán contratar a auxiliares de Infantil, ni expedir títulos de Bachillerato, ni adquirir algunos programas informáticos, ni llevar adelante los planes de integración a través de la enseñanza del español. El portavoz del PAR, Alfredo Boné, fue el más claro y lacónico en su contestación a estas argumentaciones: "No nos vendan la moto diciendo que se hunde la educación", dijo. Descartó que este desacuerdo haga peligrar el acuerdo de gobernabilidad con el PP, pero señaló que "estabilidad no significa sumisión". "Si no son capaces de gestionar el 0,03% del presupuesto tienen un problema muy gordo".

También fue muy contundente Mayte Pérez (PSOE), que calificó de "irresponsables e inciertas", las afirmaciones de la consejera. "Es vil y humillante jugar con la contratación de las auxiliares de Infantil como ha hecho la consejera Dolores Serrat. Está hablando del pan de muchas familias. Va a tener que pedir perdón y dar explicaciones por esta manipulación", dijo. Para la socialista los grupos de la izquierda, junto al PAR, han dado "una lección de ejemplaridad" al lograr un acuerdo "para desahogar a la universidad" de las estrecheces económicas en las que se halla instalada.

Adolfo Barrena (IU) acusó a los populares de "cargarse" la educación. El diputado retó a los conservadores a subir a la tribuna y demostrar qué partidas deberán modificarse como consecuencia de la aprobación de esta enmienda con 1,5 millones de euros. "No entendemos ese empecinamiento, esa charlatanería mediante la cual han intentado desacreditar el trabajo de los grupos de la oposición", lamentó. "Si deciden eliminar programas será responsabilidad suya y una decisión que tome", dijo en referencia a la consejera de Educación. "Respeten la mayoría y no creen alarmismo", zanjó.

Carmen Martínez (CHA) insistió en que los programas que deberán modificarse no figuran en la enmienda y que por tanto los ajustes necesarios para dotar de 1,5 millones al campus serán responsabilidad del Ejecutivo. El portavoz de la formación nacionalista, José Luis Soro consideró que se mejora "sustancialmente" la financiación del campus y que además al crearse un crédito ampliable se da margen de maniobra al próximo Gobierno.

Los populares se defendieron como pudieron de las críticas de todos los grupos, pero sin dar su brazo a torcer. La portavoz del PP, María José Ferrando, echó más leña al fuego y, lejos de apaciguar el enfrentamiento, aseguró que la situación de la universidad se debe a "una cuestiona gestión" del rectorado; a la crisis económica y a la herencia del PSOE.

Pese al ajuste del 10% que ha sufrido en campus en los últimos años, la conservadora, en su habitual tono retador, insistió en que el "compromiso con la universidad es firme", y que existe voluntad de diálogo con los responsables del campus. No reconoció, sin embargo, que el Ejecutivo autonómico ha incumplido el acuerdo de financiación firmado al inicio de la legislatura. Incluso se permitió dudar del rigor del trabajo realizado por el resto de grupos al proponer la enmienda de 1,5 millones de euros, lo que le valió las críticas del resto de portavoces.