Es tiempo de calor y de terrazas, por lo que la gente se anima a refrescarse a cielo abierto en donde antes sólo existía un poco más de acera . Así, además de vacaciones y fichajes, el verano también ha traído consigo una avalancha de terrazas en lugares estratégicos de Zaragoza como la Plaza del Pilar, el Paseo de Independencia, la Plaza de España o el Paseo de la Constitución. Sin embargo, el bolsillo se resiente bastante más en aquellas terrazas más turísticas que en otras menos céntricas y, por tanto, no tan concurridas. O lo que es lo mismo, beber un botellín de agua o de cerveza en la Plaza del Pilar puede valer el doble que en cualquier otra parte.

Y es que, como cada verano, la llegada del turismo a Zaragoza ha impuesto en las zonas de mayor atractivo variaciones y guerras en los precios. Los propietarios de estos establecimientos argumentan en su defensa que pagan elevados impuestos al Ayuntamiento de Zaragoza y que esa fuerte carga fiscal les lleva a repercutir en el precio de las consumiciones.

ABUSOS PUNTUALES También es cierto que los abusos son puntuales. Entre otras razones porque la obligatoriedad de exhibir los precios da opción de elegir al cliente. Sin embargo, las altas facturas, según ha constatado este diario, son una constante en diversas zonas. El ránking lo encabeza la Plaza del Pilar, donde en su decena de terrazas se puede tomar un café por 1,70 ó bien 3,00 euros. Los precios de un granizado se encuentran por 2 ó 2,5 euros, y los de un tubo de cerveza se ven comenzar a partir de 2,10 euros.

Sin embargo, la epidemia de altos precios también se puede dar en lugares de algún modo menos transitados por los turistas: un refresco en la alcantarillada Plaza Santa Cruz cuesta 2,20 euros, lejos de los 1,30 euros que se cobran en algunas terrazas del enclave menos turístico, ya sea en el Paseo Sagasta o en la calle Azoque.

El nuevo récord de altura en tarifas, no obstante, no siempre va parejo a una mejora del servicio. En terrazas o en interiores no tan glamourosos de la ciudad, también varían ostensiblemente los costes de una acera a otra, donde se puede elegir entre bien pagar 2,40 euros por un botellín de cerveza, ó 1,50 por una jarra de medio litro, que es decir 3,00 por el litro entero: un galimatías clarificador de cómo la ciudad ha perdido algo de lógica.

LISTA DE PRECIOS Por otra parte, existe un reducido porcentaje de locales que no cumple con la normativa de informar visiblemente de sus tarifas a los clientes. Esta es una de las principales vías para que se produzcan determinados abusos en las facturas, como subidas por encima del 85%, por ejemplo, si es que ésta es presentada, y todo ante el riesgo de sanciones de hasta 60.000 euros. Ocurre, sin embargo, que la falta de información sobre precios en las terrazas no se prevé en las inspecciones, dado que los bares sólo tienen la obligación legal de exhibir los precios en el interior del local.

Fuentes del Gobierno de Aragón consideran importante que las tarifas de las consumiciones estén expuestas al público, aunque todavía no se ha planteado promover un cambio en la normativa que obligue a los bares a exponer sus precios también en la terraza. Por extraño que parezca, no hay excesivas denuncias e incluso las inspecciones motivadas tras una reclamación son mínimas, ya que en la mayoría de los casos, los clientes desconocen su derecho a ser informados antes de consumir, y además el empresario tiene el derecho a fijar sus precios, debidamente comunicados al órgano competente.

En opinión del presidente de la Unión de Consumidores de Aragón, José Angel Oliván, "este tipo de reclamaciones sólo llevan a imponer una sanción administrativa al establecimiento, y resulta inusual que se satisfaga al consumidor debido a la escasa protección. Los empresarios desean rentabilizar en poco tiempo los gastos por impuestos municipales, y para ello se sirven de los cambios de precios. Pronto la gente empezará a retraerse y la imagen de Zaragoza podría verse perjudicada por abusar de sus turistas y ciudadanos".