Ni un paso atrás quiso dar Pedro Sánchez tras conocer cómo las derechas le acusaban de «traidor» en las calles de Madrid. A más de 400 kilómetros de allí, desde Santander, el presidente del Gobierno reafirmó su compromiso con la vía del diálogo, sin cruzar líneas rojas, con el soberanismo frente a la «crispación» que, a su juicio, abanderan el PP, Ciudadanos y Vox, a los que acusó de querer «enfrentar» a los españoles. Sánchez aprovechó la manifestación de Madrid para recordar cómo el PSOE estuvo «al lado del Gobierno» de Mariano Rajoy cuando aplicó el artículo 155 de la Constitución en Cataluña, tras el referéndum unilateral del 1-O y la declaración de independencia. Una actitud que el líder de los socialistas contrastó con la dura estrategia de oposición que llevan a cabo en la actualidad las derechas. «Trabajar por la unidad de España significa unir a los españoles y no enfrentarlos como han hecho las derechas en Madrid», defendió Sánchez, quien recalcó la «lealtad» que brindó al pasado Ejecutivo del PP «cuando fue necesaria».

También recordando la gestión de Rajoy respecto a Cataluña y su responsabilidad en el auge del independentismo, el presidente se jactó de estar ahora «resolviendo la crisis de Estado que el PP contribuyó a agravar cuando estuvo en el Gobierno». «Están haciendo una concentración contra una persona, mi persona, que cuando fui líder de la oposición y hubo dos referéndum ilegales en Cataluña y el artículo 155 se tuvo que aplicar para defender la unidad de España y, sobre todo, para restablecer la Constitución en Cataluña, permanecí siempre como líder de la oposición al lado del Gobierno», apostilló.

Pero el jefe del Ejecutivo central también se guardó algún recado para los independentistas, que esta semana pueden herir de muerte la legislatura si finalmente tumban los Presupuestos del 2019. Un proyecto que consideró «vital» para España y cuyo debate en el Congreso será, dijo, la «representación máxima de que la política hace extraños compañeros de cama», pues podrían «unirse» en el voto contrario a las cuentas ERC, el PDECat y las derechas.

Pero el presidente de la Generalitat, Quim Torra, tampoco dio ningún paso atrás y se limitó a afirmar que el «fracaso estrepitoso» de la manifestación en demanda de elecciones generales y en contra de la política de Sánchez con Cataluña «debería hacer recapacitar al PSOE». En su cuenta de Twitter, Torra invitó a los socialistas a volver a la mesa del diálogo, pero sin renunciar al derecho de autodeterminación.