El PAR es partidario de afrontar el problema de la despoblación con los medios disponibles en la comunidad, sin esperar a que se movilicen las administraciones nacional y europea. Aragón, según su análisis, se enfrenta a una desertización demográfica que es consecuencia de su gran extensión, un clima extremadamente seco salvo en el Pirineo y de su carácter predominantemente montañoso y mesetario. De ahí la urgencia de actuar con medidas de choque como una reducción de impuestos para las zonas afectadas, la mejora de las comunicaciones, el mantenimiento y la creación de servicios y el fomento del emprendimiento. Otra solución pasa por la institución de una agencia aragonesa contra la despoblación que se encargue de la planificación de las medidas para evitar la pérdida de habitantes, que se basa en experiencias exitosas que se han desarrollado en Escocia y que han dado sus frutos al cabo de un paciente trabajo de años. Una parte importante de la política que impulsa del PAR se sostiene sobre una política de vivienda activa y el fomento del trabajo en común.