Los pueblos aragoneses pierden habitantes y los pocos que quedan en ellos van envejeciendo. La tendencia parece difícil de revertir ya que el coste de los servicios se multiplica en estos entornos en un círculo vicioso que lleva décadas aumentando.

1 Casi 200 municipios en descenso

Es una de las cifras más rotundas del problema demográfico. El 25% de los pueblos aragoneses tiene menos de cien vecinos. 187 núcleos en total situados todos ellos en zonas poco favorecidas y con difícil acceso. 90 están en la provincia de Teruel, 71 en Zaragoza y 26 poblaciones en Huesca. Los estudios universitarios en la materia son claros al respecto: el riesgo de desaparición es irreversible. Posiblemente en menos de una década solo servirán para que los recorran los senderistas.

2 A por 70 objetivos concretos

El Gobierno de Aragón se enfrenta a una realidad complicada. Por el momento las estrategias disparan en varios frentes: desde el europeo a lo más local. Uno de los logros de la legislatura es la redacción de una amplia directriz en la que se fija un horizonte a 50 años para aplicar soluciones similares a las de Escocia. En ella se recogen 15 ejes de acción con 70 objetivos concretos para mejorar en asuntos como la sanidad, el acceso a las nuevas tecnologías o el apoyo a las mujeres que quieran montar negocios en los pequeños municipios. La falta de una financiación definida es el mayor problema de la estrategia redactada por la consejería de Vertebración del Territorio.

3Zaragoza como cabeza en el desierto

La Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ) alertó el pasado mes de septiembre sobre una realidad evidente: la capital autonómica está engullendo a los habitantes de todos los pueblos del entorno y dejando un desierto a su alrededor. Siete de cada diez vecinos de la provincia viven en la capital. Solo el 30% restante llena el resto del territorio. Cuatro de sus comarcas se consideran en riesgo de muerte, según los criterios técnicos. Son el Campo de Belchite, en la que solo viven 4,6 habitantes por kilómetro cuadrado, Campo de Daroca, la Ribera Baja del Ebro y las Cinco Villas. El problema de todos estos núcleos tiene que ver con la falta de oportunidades económicas debido a la gran oferta empresarial de Zaragoza y sus polígonos.

4Los inmigrantes también se marchan

El problema económico también afecta a la demografía. En el periodo de crisis comprendido entre el 2008 y el 2015 la comunidad perdió casi 20.000 habitantes, según un informe sobre la evolución demográfica que presentó el Justicia de Aragón el pasado mes de septiembre. El trabajo constató que se marcharon de las tres provincias más de 4.000 inmigrantes, al tiempo que otras 16.000 personas fallecieron.

5Algunas comarcas se recuperan

En el lado contrario se pueden citar algunas comarcas altoaragonesas que mantienen el envite gracias a la industria agropecuaria. Son la Hoya de Huesca, el Bajo y Medio Cinca y el Bajo Aragón. También algunas zonas del Pirineo aguantan gracias al sector terciario.