De las 97 etapas de la Vuelta a España disputadas en Aragón solamente una ha sido ganada por un aragonés. Eso ocurrió en 1967. Fue Ángel Ibáñez, nacido en Bárboles en 1939 pero afincado en Torredembarra desde los quince años. El triunfo de Ibáñez, materializado en la meta de la Plaza del Pilar, se elaboró a lo largo de una larga escapada de 178 kilómetros en solitario, dentro de la etapa Lérida-Zaragoza con paso por Monzón, Barbastro y Huesca.

Ibáñez llegó a alcanzar una diferencia máxima de dieciséis minutos, que en Huesca a 72 kilómetros de la meta se había reducido a diez. La parte final de la etapa, con el cansancio acumulado y un viento de costado, fue un tormento para él. Además un grupo de diez corredores se adelantó al pelotón pretendiendo su captura, pero finalmente el corredor del Ferrys llegó a la Plaza del Pilar con 2.30 sobre sus perseguidores. El líder de la prueba era el francés Jean Pierre Ducasse, que a dos días del final debió ceder el maillot amarillo al holandés Jan Janssen, que ganó esa edición.

Ibáñez compitió en profesionales entre 1961 y 1969, si bien los primeros años lo hizo como Independiente, una categoría intermedia que permitía correr con profesionales y aficionados. En 1965 formó parte de la selección española que participó en el Tour del Porvenir y colaboró en la victoria de Mariano Díaz. Disputó la Vuelta en dos ocasiones: 1967 (41°) y 1969 (50°). Enrolado en el equipo Esperanza, que en realidad era una selección B, disputó el Tour en 1967. Fue el 48°.

En su palmarés destacan una etapa de la Vuelta a Andalucía, otra de la Bicicleta Eibarresa o el Trofeo Borrás, clásica catalana de prestigio. Fue campeón de España por regiones, representando a Cataluña, junto a Florencio, Suriá y Mariné. En su última temporada como profesional, en 1969, defendió los colores del equipo Pepsi. Luego abrió un negocio de bicicleta en Torredembarra.