Además de las cuatro fuerzas políticas que ya cuentan con diputados aragoneses en el Congreso o el Senado, hasta once partidos aspirarán el próximo domingo a conseguir los votos necesarios para rascar algún escaño, aunque a priori será difícil que, salvo por el presumible auge de Vox, apeen a los partidos tradicionales y a los nuevos más consolidados. Las opciones alternativas para los votantes de la comunidad serán:

VOX

La formación ultraderechista es la mejor posicionada, de largo, para conseguir representación en las próximas elecciones. Así lo reflejan encuestas y sondeos, lo avalan los 12 escaños que logró en el parlamento andaluz y lo apuntan algunos actos multitudinarios como el mitin de hace unos meses en el Auditorio de Zaragoza. El acto central de esta campaña en Aragón será este martes, 23 de abril, en Huesca, donde acudirán los cabezas de lista al Congreso por las tres provincias (el abogado madrileño Pedro Fernández por Zaragoza, el torero Pedro Ciprés por Huesca y el abogado y escritor Alejandro Nolasco por Teruel), entre otros.

El decálogo de Vox para las elecciones se basa en la «defensa de la nación española hasta las últimas consecuencias», incluída una suspensión indefinida de la autonomía de Cataluña por la «infinita deslealtad» de los dirigentes independentistas; la «protección eficaz de nuestras fronteras»; la «devolución de competencias al Estado o; la «bajada masiva de impuestos».

También la «reducción drástica del gasto político»; la «creación de un ministerio de familia y natalidad»; la «defensa y promoción del idioma español»; la «recuperación de la España olvidada» (protegiendo lacaza y la tauromaquia); la «derogación de todas las leyes ideológicas del zapaterismo» (violencia de género o memoria histórica) y la «defensa de la libertad de expresión frente a la dictadura de la corrección», que atribuyen al «feminismo supremacista, el animalismo urbanita radical y el lobi LGTBi», para quienes prohibirían «subvenciones».

PACMA

El «trato prioritario» a Vox ha limitado esta campaña la presencia del PACMA, una formación que normalmente siempre se queda en el umbral de la representación parlamentaria. Por problemas con los avales tuvieron que impulsar una recogida de apoyos de última hora, pero no se dan por vencidos. «Vamos a agotar todas las posibilidades y vamos a dejarnos la piel para que los animales estén representados en las instituciones», auguran desde la formación, cuyos puntales ideológicos son el ecologismo y en particular la defensa de los animales.

PUYALÓN DE CUCHAS

La formación aragonesista concurre a las generales en las tres provincias, inscrita en la coalición Agora Repúblicas con formaciones con EH Bildu, ERC o el BNG. Cuentan al menos con la representación institucional de su concejal en Artieda, Raúl Ramón, que lidera la lista al Congreso por Zaragoza.

Según explica su coordinador de campaña, Txema Salas, su programa se vertebra en tres puntos: ser «la única candidatura aragonesa que se presenta, sin ser sucursal de un partido». Defender por tanto que «no se use a Aragón como un arma arrojadiza contra los vecinos catalanes y vascos» y la defensa del agua del Ebro, que les «entristece» que vuelva a salir a la palestra con las menciones al trasvase. La formación es «soberanista», es decir, apuesta por que «Aragón tenga el marco político que Aragón decida».

FIA

La Federación de Independientes de Aragón (FIA) es uno de esos partidos que pone un notable empeño en lograr representación electoral. Como al resto, las circunstancias nunca les son favorables, como bien sabe el abogado y economista Amadeo Escolán, candidato al Congreso de los Diputados por la provincia de Zaragoza. «Los electores siempre responden, pero tenemos muy complicado el acceso a los medios de comunicación», lamenta.

La campaña la realizan gracias al apoyo de los voluntarios de la candidatura, intentando que el mensaje electoral cale en el mayor número posible de personas. «Somos el único partido realmente aragonesista, en nuestro programa, por ejemplo, el no al trasvase del Ebro es completamente claro», destaca. Además, figuran promesas como la jubilación a los 60 o la eliminación de comarcas y diputaciones.

RECORTES CERO

Recortes Cero es otra de las formaciones que trata de lograr representación. Tienen presencia en todas las provincias y Ana Luisa Blasco tratará de lograr un escaño por Zaragoza. Su propuesta es muy sencilla, abogando por una clara redistribución de la riqueza. Como al resto, la falta de ventanas electorales perjudica la expansión de su mensaje. Pero insisten en colocar sus siglas en las papeletas.

ESCAÑOS EN BLANCO

También cuenta con una larga trayectoria Escaños en Blanco, igualmente inasequible al desaliento en cuanto a su concurrencia a las elecciones pese a no obtener nunca representación parlamentaria. Su objetivo es sencillo y se basa en el compromiso de no ocupar los hipotéticos escaños que consigan, para dar visibilidad al descontento ciudadano con la política actual.

POR UN MUNDO MÁS JUSTO

«La erradicación de la pobreza y la consecución de la igualdad en el mundo» son los objetivos principales del partido Por un mundo más justo, que también se presenta en las tres provincias aragonesas. El partido suma más de una década y, pese a que en Aragón no ha logrado ningún éxito electoral reseñable, sí cuenta con al menos un concejal en Santurce, y en otras comunidades (como Madrid) ha formado parte de coaliciones de ayuntamientos del cambio. La formación promueve «el cumplimiento decidido de los Objetivos de Desarrollo Sostenible», más inversión en cooperación al desarrollo o el cierre de los Centros de Internamiento de Extrajeros (CIE).

UNIÓN DE TODOS

Con un perfil similar al anterior se postula la candidatura de Unión de Todos. Presenta su lista únicamente en la provincia de Teruel por segunda vez consecutiva. Encabezada por la escritora Helen Mukoro Idisi, la formación nacida en la vecina Comunidad Valenciana se define como un partido ecologista y multiculturalista. Entre las propuestas que la formación destaca figuran un Plan de Recuperación Nacional para reducir la deuda del Estado, con una reconstrucción del sistema bancario que favorezca la inversión extranjera; una «revolución social» para que todos tengan la oportunidad de una vida mejor, «no importa de dónde vengan» y «combatir la corrupción y los políticos sin escrúpulos».

En el 2016, Unión de Todos logró 54 votos y se convirtió en la formación que menos apoyo recibió en todo el país, lo cual no les ha desalentado a la hora de repetir para estas elecciones.

MUERTE AL SISTEMA

Muerte al sistema comparte con la anterior formación el hecho de haber nacido en otra comunidad autónoma y de presentarse solo por Teruel («porque es donde más lobos sueltos hay», apuntan). Su líder, Alberto Saura, procede de Murcia y se le conoce como El lobo de La Alberca. El apodo de la localidad murciana figura de hecho en la inscripción oficial de la candidatura. Sus declarados referentes son Ghandi, Platón y el grupo La Polla Récords.

La propuesta básica de la formación es la erradicación del dinero y con ello la creación de un sistema comunitario de intercambio para satisfacer todas las necesidades. A pesar de lo que se dice de ellos, no quieren acabar con la Constitución.

PCPE

El Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE) es una de las escisiones del PC que mantienen elección tras elección su candidatura, y este año llegan tras un convulso proceso en el que, según explican en su página web, «una minoría del Comité Central» trató de «usurpar» las siglas del partido. «El futuro de España se ha de configurar como una república socialista de carácter confederal, que se constituya como unión voluntaria de pueblos libres mediante el ejercicio del derecho a la libre autodeterminación, y que finalice con el periodo histórico de parasitaria dominación de la monarquía de los Borbones», señala su declaración de intenciones.

PCTE

El Partido Comunista de los Trabajadores de España (PCTE) es otra opción para el votante marxista-leninista, en este caso solo para el de Zaragoza. El objetivo prioritario de la formación es «construir un país para la clase obrera», en el que «sean los derechos y los intereses de la mayoría trabajadora los que se tengan en cuenta a la hora de tomar las decisiones políticas, económicas y sociales».