Diversos colectivos franceses contrarios a la línea de alta tensión que debe atravesar los Pirineos iniciaron ayer una protesta para denunciar el proyecto. El objetivo de la "contra-cumbre" es presionar al Gobierno de Francia para que en la próxima cumbre francoespañola rechace la infraestructura.

Según el responsable del colectivo organizador, Gérard Amiel, está previsto que en la movilización participen unas 6.000 personas asistiendo a las conferencias, mesas redondas y conciertos programados.

La protesta continuará hoy con la presentación de una "carta medioambiental" sobre las líneas de alta tensión, que será el momento fundacional de una federación europea contra ese tipo de infraestructuras eléctricas.

Los opositores a la THT consideran "obsoletos" los acuerdos entre Francia y España para la construcción de la línea, que aumentaría la capacidad de intercambio eléctrico de las redes española y francesa de los 1.400 megavatios actuales a 2.800.

Según estos colectivos, el impacto de la infraestructura sería extremadamente fuerte y dañino para el paisaje por las líneas de torres que deberían atravesar una zona que vive del ecoturismo.

Red de Transporte de Electricidad (RTE), el organismo que debería construir y gestionar la línea, espera que los gobiernos francés y español examinen las alternativas en la cumbre.