Los trabajadores de PSA Peugeot Citröen en Vigo expresaron ayer su preocupación por la «incertidumbre» que abre la compra de Opel/Vauxhall por PSA, sobre todo en cuanto a cómo se resolverán las «duplicidades» derivadas de la «fusión» de ambos equipos. El portavoz de UGT en el comité de PSA Vigo, Rubén Pérez, aseguró que «se van a producir duplicidades, probablemente». Con todo, abogó por «garantizar el empleo» y valorar si el número de puestos de trabajo se puede aumentar «a través de nuevas sinergias».

El portavoz de CUT, Vitor Mariño, lamentó que el Gobierno español no haya tenido la «preocupación» de «sacar compromisos» a la dirección de PSA para asegurar que la compra no tenga «impactos» negativos en las fábricas instauradas en el país, como sí hicieron el Gobierno alemán y el francés para sus respectivos territorios, recalcó.

Mientras, el consejero de Economía de la Xunta de Galicia abogó por convertir en «nuevas oportunidades» para la fábrica de PSA Peugeot Citröen en Vigo la compra de Opel/Vauxhall y consideró que la fábrica de Vigo «ya tiene hechos los deberes», a través de un plan de competitividad ligado a la asignación de dos lanzamientos, las furgonetas K-9 y el proyecto V-20.