Regale usted tiempo a sus hijos". Puede sonar algo marciano, pero es la sugerencia de los expertos de cara a la Navidad. En opinión de los que saben de psicología infantil, los Reyes Magos no deberían obsequiar a los pequeños con muchos juguetes, a cual de ellos más caros. La carta ideal es la que incluye, por ejemplo, "un bono para pasear con papá o mamá un día a la semana". O para ir al cine. O para echar una partida de parchís. O para narrar un cuento. O para ver una película. Así de fácil y barato.

A su juicio, los niños españoles "tienen demasiados regalos". Esto hace que los chavales minusvaloren las cosas materiales y no aprecien su valor real. "Hoy en día, los niños tienen obsequios casi todos los días. Incluso cuando los padres van a la compra, les acaban trayendo algo", critican.

UN SOLO PRESENTE Estos profesionales asegura que los padres creen que, en Navidad, lo mejor es gastarse mucho dinero comprando cosas caras. "Los padres, los tíos, los abuelos, los amigos... todo el mundo quiere hacer regalos", subrayan. Nada más lejos de la psicología infantil. Lo mejor, afirman, es hacer un regalo especial. Uno. Dos como mucho.

El informe encargado por Duracell desvela que ocurre todo lo contrario. En España, los niños reciben de sus padres ocho juguetes en Navidad, con un presupuesto de 193 euros. La cantidad es superior a la media europea (140 euros). De hecho, dos tercios de los progenitores españoles --el 68%-- se gastaron las pasadas Navidades más de lo que inicialmente planearon.

A estas alturas, cuando los más pequeños empiezan a pedir papel y boli para escribir sus cartas, nadie tiene en mente juguetes verdaderamente educativos. ¿Alguien se acuerda del parchís? Se trata de un entretenimiento defenestrado al lado de prodigios tecnológicos como, por ejemplo, la Gameboy.

Sin embargo, no hay color. "La mayoría de los entretenimientos modernos son para ju-gar en soledad. El parchís es para toda la familia y los chavales aprenden, entre otras cosas, a negociar, ganar y perder. Además, aprenden valores importantes, como el de no hacer trampas", insisten los psicólogos.

Recuerdan que en casi todas las casas permanecen bajo una espesa capa de polvo un parchís,una oca, un tres en raya y un dominó. Y lanzan una recomendación: "¿Por qué los padres no rescatan de los armarios estos juegos de cara a la próxima Navidad?"

Sin embargo, la lista de los regalos baratos y buenos no se queda en los juegos de mesa. "Hay películas, como Shrek o Ice Age, que son muy recomendables". Eso sí, que a nadie se le ocurra encender el vídeo y dejar al niño solo frente a la tele. "Las películas, como todo, hay que verlas juntos. Los padres deben estar con sus hijos", destacan. "Hay que hablar con los niños, escucharles, explicarles las cosas y dejarles que pregunten". O sea, hay que "regalar tiempo". Que tomen nota los Reyes Magos.