La onda expansiva del 11-M sigue penetrando en la mente de millones de ciudadanos y, de momento, ha puesto en marcha un sentimiento general de miedo e inseguridad ante el futuro, coinciden los psiquiatras y psicólogos consultados. "Si se confirma que el atentado es obra de Al Qaeda, esa inseguridad crecerá porque nos enfrentará a un tipo de terrorismo que no conocemos", afirma el psiquiatra Luis Isern.

"Esto nos ha afectado a todos y estaríamos locos si no fuera así, porque significaría que negamos la realidad --añade Isern--. Es importante que la gente exprese el miedo, la indignación y la necesidad colectiva de responder a lo que ha pasado".

El Gobierno tiene previsto diseñar un plan de medidas encaminadas a paliar el impacto psicológico que ha provocado en los ciudadanos el atentado de ayer. La ministra de Sanidad y Consumo, Ana Pastor, adelantó que el lunes se celebrará una reunión con este fin.

Salvo en algún colectivo militar, en España no hay médicos o psicólogos especializados en atender a víctimas de catástrofes. "Nuestra función, si nos llaman, es escuchar y acoger el dolor que nos relatan --afirma el psiquiatra José Angel Alda--. Sentimos una gran impotencia ante las personas que explican, destrozadas, que acaban de perder a un hijo. Lo fundamental es lograr que saquen lo que les está pasando".

Lo comparan al impacto que tuvo en Nueva York el atentado contra las Torres Gemelas. "No tenemos otra experiencia --asegura Alda--. Esto de ahora sólo es equiparable a lo que los norteamericanos sintieron tras el 11-S: allí murieron 3.000 personas, pero son 295 millones en total".

Muchos ciudadanos sintieron ayer miedo al subir a los trenes o autobuses, según afirman los médicos, que destacan como la "sorpresa positiva" de este atentado la solidaridad mostrada por los ciudadanos. "En Madrid, varias personas arrancaron un banco del suelo para trasladar a un herido", explican.

También coinciden en la importancia de que no se incite a los ciudadanos a responder con violencia. "El mensaje del presidente del Gobierno, arrogante y desconsiderado, sólo añade leña al fuego --opina Isern--. Lo más saludable es lograr que los ciudadanos renuncien a responder con violencia y mantengan la serenidad".

El psiquiatra Joseba Achotegui teme que el 11-M, como ocurrió con el 11-S, empeore la situación de los inmigrantes islámicos en España. "Tras la caída de las Torres Gemelas, dejé de recibir pacientes durante varios días. Temían que los vieran por la calle --recuerda Achotegui--. No se debería hablar de terrorismo islámico, sino de Al Qaeda, de la misma forma que si atenta ETA no se alude al terrorismo cristiano".