Los barrios de Zaragoza depositaron ayer de nuevo su confianza en el PSOE, que revalidó sus buenos resultados de las elecciones municipales de junio. Los socialistas recuperaron su posición hegemónica de antaño al rentabilizar el voto de castigo al PP y el útil que recibió de IU, pero sin llegar a lograr una mayoría absoluta en ninguno de los distritos.

Los populares, que hace cuatro años ganaron en todos los barrios, sufrieron una sangría de votos en todos los puntos de la ciudad y sólo lograron conservar sus tradicionales feudos, Centro, Universidad y Casco Histórico. El voto de castigo hizo que retrocedieran incluso en sus bastiones, pero sus abultadas mayorías les sirvieron de cómodo colchón.

El PSOE supo capitalizar el descontento existente en los barrios. La subida más espectacular se registró en la Margen Izquierda, con más de 14.000 nuevos votos. En el peor de los casos, los barrios rurales del oeste, los socialistas sumaron más de 1.100 papeletas respecto a las obtenidas en los comicios del 2000.

Esta subida se debió en parte al voto útil, que hundió irremisiblemente a IU. La coalición de izquierdas sólo fue capaz de obtener una papeleta más en los barrios rurales del norte, mientras padeció una fuga en el resto. Sólo en el Casco Viejo obtuvo idéntico resultado: 914 votos.

LA TERCERA FUERZA Los nacionalistas lograron mantener su imparable crecimiento, que le afianza definitivamente como tercera fuerza política en la ciudad. Chunta mejora su presencia en todos los barrios de la capital, pero no ha logrado despuntar en ninguno. De hecho, la subida más importante obtenida, en la Margen Izquierda, no llegó a los 3.000 votos. En todos los casos, se situó por detrás del PP y del PSOE.

Los aragonesistas, por su parte, salvaron la cara en todos los distritos, con simbólicas subidas y un pequeño descalabro de 71 votos en Torrero.