El barómetro del CIS añadió ayer más emoción a la carrera electoral que inician hoy todos los partidos con vocación de hacerse con el mayor número posible de los 31 concejales en el Ayuntamiento de Zaragoza. Una encuesta de intención de voto que pronostica la tercera victoria insuficiente del PP en las urnas, ya que, como en el 2011 y el 2015, sería la fuerza más votada, con 9 o 10 concejales, pero se toparía con una mayoría de izquierdas que en el peor de los casos sumaría 17 ediles y en el mejor, 22, frente a una derecha con capacidad de obtener entre 12 y 14. Es decir, las fuerzas progresistas no solo sumarían sino que ampliaría su diferencia con la otra bancada. Y sería gracias a que Vox se quedara sin representación en la próxima corporación y de que Ciudadanos (Cs) viera frustradas sus opciones de alcanzar la Alcaldía. Unas expectativas que sí tendría Pilar Alegría y un PSOE que, con 8 o 9 ediles, recuperaría el bastón de mando, 4 años después.

Lo recibiría con el apoyo y de manos de Zaragoza en Común (ZeC) y un Pedro Santisteve que al menos podría celebrar su victoria en su pulso particular con Podemos y Violeta Barba. Si el CIS acierta, le daría el apoyo suficiente para tomar la iniciativa e intentar formar Gobierno. Su candidata, Pilar Alegría, tendría vía libre para reconquistar la Alcaldía tras la era Santisteve.

Pero otra de las conclusiones llamativas en el barómetro del CIS es que ZeC obtendría el 13% de los votos, lo que le daría de 4 a 6 concejales (ahora tiene 9) y ganaría su particular pulso con Podemos y su candidata, Violeta Barba, que lograría el 11,8% y 4 o 5 ediles. Lo es más que juntos sumarían el 24,8% de los sufragios, y serían la fuerza más votada en la única gran ciudad del cambio en España camino de perder la Alcaldía por el fallido intento de concurrir en la misma lista.

Si no fuera por el inesperado acierto que tuvo la encuesta del CIS en las pasadas elecciones generales, todos los partidos estarían ya arremetiendo contra su presidente, José Félix Tezanos, y esa habitual cocina que, en estos momentos, parece ser la más fiable. Por más que estos pronósticos en la ciudad no casan con casi ninguna de las expectativas que los partidos manejan. Pocos pueden imaginarse que, tras el fiasco del conservador Pablo Casado en las elecciones del 28 de abril, su candidato en Zaragoza, Jorge Azcón, se pueda alzar con el 24,3% de los votos y ser la lista con más respaldo en la capital aragonesa y poder repetir el resultado del 2015, cuando también ganó. O que un eufórico PSOE, que ya da por conquistada La Moncloa, se quedaría, con un 23,5% insuficiente para ser la primera fuerza en la ciudad que gobernó durante doce años. El resultado le daría para obtener ocho o nueve concejales en la corporación.

Pero si la derecha no suma en este barómetro es porque Cs se quedaría con el 10,7% de los votos, un pinchazo en toda regla a sus expectativas que le dejaría con 3 o 4 concejales, es decir, como máximo repetiría representación, impensable tras unas elecciones generales que le auparon a ser la segunda fuerza en la ciudad, por encima del PP. Eso le llevó a soñar ahora con alcanzar el bastón de mando. Además, para los escépticos, esta aritmética le convierte en un socio insuficiente para gobernar con el PSOE.

También destaca que CHA, en una izquierda tan fragmentada y con un nuevo partido en liza como Podemos, lograría según el CIS el 5,7% de los votos y se mantendría con 1 o 2 ediles. Y superaría al emergente Vox, y al PAR, que ya lleva ocho años fuera.