Zaragoza ya tiene presupuesto. PSOE y CHA votaron ayer a favor de la cuentas del 2018 de Zaragoza en Común (ZeC) en un clima de polémica y ruptura tras la decisión de Pedro Santisteve de controlar el capital de las sociedades municipales y 48 antes de que se lleve a cabo la misma votación, pero en el Gobierno de Aragón. La dependencia entre ambas instituciones marcó un debate más sosegado y calmado que el de la comisión extraordinaria de la semana pasada en el que PSOE y CHA trataron de justificar su voto a favor haciendo gala de su «responsabilidad» aunque admitieron que estaba vinculado a la necesidad de que Podemos apoye el presupuesto de Lambán. El concejal del PSOE, Javier Trívez, admitió que es «importante que haya presupuestos en Aragón».

La de ayer era la cuarta vez que se debatía sobre el presupuesto, que asciende a 753 millones de euros, un 4% más que el año pasado, con un incremento de la inversión de un 21,7% hasta alcanzar los 65,5 millones, coincidiendo con el año preelectoral. Como novedad, este año ZeC sí que acudirá a los bancos, aumentando su deuda en 24,8 millones.

El concejal de Economía, Fernando Rivarés, aseguró que es «un presupuesto útil y pensado para las mayorías sociales, con especial atención a los derechos sociales». Y pese a la polémica y la bronca que acapara la política municipal desde que el pasado 9 de febrero Santisteve tomó el control de las sociedades municipales, Rivarés destacó que «lo más importante» es que había habido un acuerdo de la izquierda.

ACUERDOS

Puede que sea el último de esta envergadura que se firme en el consistorio, porque PSOE y CHA, aunque votaron a favor, lo hicieron bajo la advertencia de que las relaciones con ZeC están rotas después haber perdido cualquier ápice de confianza en la palabra de Santisteve y su equipo.

PP y Ciudadanos, que votaron en contra, acusaron a PSOE y CHA de «postureo» y de «incongruentes» por criticar a ZeC tras su «golpe a la democracia» y, en cambio, acabar apoyando su presupuesto. «Son los únicos que pueden presionar al equipo de Gobierno y no lo van a hacer», les recriminó el popular Jorge Azcón. Sara Fernández (Cs) aseguró que la votación de las cuentas era la verdadera «herramienta de presión» sobre el Gobierno que tenían las formaciones de izquierdas.

Azcón rechazó el argumento de la «responsabilidad» ya que, aseguró, PSOE y CHA votaron a favor porque Lambán necesita de Podemos para sacar adelante las suyas mañana. «No lo hacen responsabilidad, lo hacen porque son rehenes de Lambán», aseguró.

Fernández reiteró su negativa al presupuesto al considerar que no contempla proyectos de mejora de la ciudad. «Esperábamos más en materia de inversión y creación de empleo ahora que hemos salido del plan de ajuste», apuntó. Cs fue la única formación que presentó una enmienda a la totalidad por lo que, «por coherencia» ayer votó en contra.

El concejal del PSOE, Javier Trívez, trató de defenderse de las críticas del PP alegando que, a favor o en contra, serían diana de las críticas. «Dirán qué cómo votamos a favor cuando se está cuestionando un golpe de mano de ZeC. O que nuestras críticas son un postureo porque lo que se busca es que se apruebe el presupuesto de la DGA», declaró. «Pero si no apoyamos las cuentas, entonces hablarán de que por los líos de la izquierda la ciudad no tiene presupuestos y que tampoco los tiene Aragón», añadió. «Lo prioritario es que la ciudad tenga un presupuesto progresista», declaró, aunque no escondió que el resultado en el ayuntamiento era determinante para el de la DGA. «Es importante que haya presupuesto en la comunidad».

Desde CHA, Carmelo Asensio explicó que votaban por «responsabilidad y decencia». «No vamos a utilizar el presupuesto como una moneda de cambio ni como un instrumento de presión política», explicó, aunque «llegue tras una decisión sin precedentes y claramente antidemocrática», matizó.