Los socialistas aragoneses vivieron ayer con euforia no solo la recuperacíon de la amplia mayoría a nivel nacional, sino la contribución aragonesa a este logro. No en vano los 64.376 votos socialistas que han aumentado respeto a los comicios del 2016 han sido el mayor crecimiento de todos los partidos y han devuelto el liderazgo al PSOE, con sus 5 escaños. Los tres por zaragoza, de Susana Sumelzo, Pau Marí-Klose y Noemí Villagrasa, y los líderes por Huesca y Teruel, Begoña Nasarre y Herminio Sancho, respectivamente.

La mejoría es innegable y no faltan razones para el optimismo socialista, pero es igualmente cierto de que estuvieron cerquísima de quedarse igual, a efectos prácticos, que en las últimas elecciones. A medida que avanzaba el escrutinio, Ciudadanos se acercaba a arrebatarles el tercer escaño por Zaragoza, lo que hubiese dejado al PSOE igual que en las anteriores autonómicas y empatados con la formación naranja, a cuatro escaños. El auge de los liberales fue, junto con el hundimiento del PP, lo más comentado en la sede socialista.

Pero salvo estos nervios de última hora, la alegría era palpable en la sede zaragozana de Conde Aranda desde los primeros datos de escrutinio. Se iban repartiendo abrazos a los candidatos al Congreso y Senado que había por la planta baja, y aplausos a la llegada del presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán. Menos cuando bajó la ya congresista electa Susana Sumelzo. Ambos tuvieron tanto contacto como en campaña, ninguno; pero la división, electoralmente, está claro que no les ha pasado factura.

Sumelzo agradeció «de corazón» a los 173.000 votantes zaragozanos que optaron por votar «futuro» en lugar de «confrontación», una política «en positivo y de propuestas» que confió en que aplique Pedro Sánchez «si gobierna», lo cual fue jaleado con gritos de «sí» por la concurrencia.

Lambán valoró ante los militantes, una vez conocidos los resultados, la importancia de tener «un Gobierno fuerte de Pedro Sánchez» en Madrid, en lugar de «un obstáculo» con el Partido Popular. Y remarcó que, pasado «el ecuador» de la macrocampaña de generales y autonómicas, esta victoria les llevará «en volandas» a una segunda victoria el 26-M.

Aunque en estas celebraciones el Senado siempre es el hermano pobre de las elecciones en cuanto a atención mediática y social, la victoria de los socialistas en las elecciones a la Cámara Alta fue todavía más apabullante en Aragón, ya que fueron elegidos sus nueve candidatos, los tres por cada provincia, triplicando el resultado del 2016.