El PSOE puso dos condiciones para sentarse a negociar medidas de regeneración democrática con el PP. La primera era retomar la reforma del reglamento de las Cortes. Una vez conseguido el primer objetivo, el portavoz socialista, Javier Sada, insistió en la necesidad de que la presidenta del Gobierno renuncie al sueldo que percibe de su partido. Este era el segundo condicionante. "Es primordial la ejemplaridad para ponernos a negociar, y la presidenta no es ejemplar, ni mucho menos", denunció el portavoz del PSOE, Javier Sada.