El secretario general del PSOE, Javier Lambán, comenzó su larga intervención citando a Groucho Marx y la cerró recordando el verso en el que dice que "un corazón solitario no es un corazón". Fue la manera de indicar, como también dijo al final, que el tiempo de Rudi "ha pasado" y solo le queda llegar a mayo del 2015 "con la mayor dignidad posible".

Lambán no se dejó ni un solo dato negativo para recordar a Rudi que el Aragón que ella pintó no es tal, y que las cifras económicas, de desempleo y sociales son malas. Se enzarzaron en los datos. La presidenta sacó muchas de las 150 fichas con números que rebatían las malas cifras de Lambán. Continuamente se defendió de los ataques apelando a las malas cifras de Andalucía, gobernada "durante 30 años por los socialistas". Le vino bien al socialista para indicarle que parece actuar como "la jefa de la oposición de Andalucía". Antes, había dicho: No se entiende con la oposición porque en el fondo de su cerebro usted se sigue considerando oposición, ese es su principal problema".

PROPUESTAS POR ESCRITO Lambán enumeró varias de las propuestas --relacionadas con el empleo, la protección del Estatuto, la lucha contra la pobreza y la mejora de la Educación-- que plantea el PSOE, aunque por falta de tiempo le indicó que se las iba a mandar por escrito con "el escepticismo" y la convicción de que no se las iba a leer. El socialista no escatimó adjetivos para definir un Gobierno "incapaz". Fue recriminado por Rudi, que consideró que Lambán con su tono había "manchado el debate político".

La presidenta negó los datos con los que Lambán intentó explicar que los populares han desmontado el Estado de bienestar e insistió en que se destinan dos tercios del presupuesto a políticas sociales. Para los socialistas, Rudi fue el "hazmerreír" cuando defendió que hacía "políticas sociales de vanguardia". Rudi volvió a hablar de "facturas en los cajones" y acusó a Lambán de esconder datos positivos o carecer de la suficiente información.

Para el dirigente socialista, la presidenta Rudi no tiene capacidad de liderazgo y "copia lo peor de Cospedal con la reducción de diputados, que es reducir democracia; copia lo peor de Aguirre y González con la rebaja del IRPF, con lo cual no sé cómo va a financiar el Estado social, y con la privatización de hospitales; y copia lo peor de Francisco Camps descontrolando las finanzas y aumentando de manera desconsiderada el déficit y la deuda".

No hubo encuentro entre ambos dirigentes, llamados a liderar el año que viene los pactos de Gobierno.