En el primer encuentro oficial entre el presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy y el presidente de Aragón, Javier Lambán, la reivindicación de infraestructuras también estuvo muy presente. Los dos líderes únicamente han coincidido en la actual legislatura durante el acto de inauguración de la presa de San Salvador, en la provincia de Huesca. Por ese motivo el dirigente autonómico aprovechó para presentar la lista de obras pendientes en la comunidad.

En el ámbito ferroviario reclamó un impulso decidido a la reapertura del Canfranc y una mejora del corredor Cantábrico Mediterráneo pasando por Zaragoza y Teruel. «El Ministerio de Fomento está trabajando en ello, pero lo que nos plantean es manifiestamente insuficiente. Se habla de un ferrocarril del siglo XX, pero lo que necesitamos es habilitar infraestructuras del siglo XXII capaces de dar satisfacción a las expectativas que la logística está aportando a la comunidad», expresó.

conexiones eléctricas / En lo que sí que se logró un compromiso más profundo fue en las conexiones eléctricas. En concreto a la hora de impulsar una línea entre Francia y Aragón que permita el intercambio de energías. Moncloa reconoció que es un sector en el que se debe mejorar, para no perder oportunidades de desarrollo. «Para nosotros es fundamental ya que queremos ser líderes en la producción de energías renovables, sobre todo eléctrica, y para poner en valor esa capacidad dependemos de la interconexión», destacó.

El presidente del Gobierno garantizó además, su apoyo a las actuaciones necesarias para lograr la entrada en funcionamiento del Parador de Santa María de Veruela, en Zaragoza. Sin embargo, Lambán no se mostró muy satisfecho con el planteamiento, sobre todo tras conocer los antecedentes. «Despues de diez años las obras no han terminado de forma incomprensible y se les esta ocasionando un perjuicio a las empresas de hostelera de la zona», afirmó el socialistas. Por este motivo evidenció que se han producido «daños difícilmente cuantificables».