Los usuarios de patinetes y bicicletas circulan por las calles de Zaragoza con varias cuestiones en la cabeza. ¿Se puede ir por la acera con el patinete? ¿Y aparcar la bici en los puestos habilitados al lado de por donde pasan los peatones? ¿A partir de cuándo empiezan a afectar las nuevas normativas? Y sobre todo, ¿cuántas más veces van a cambiar las reglas?

Victoria ataba ayer su bicicleta ajena a la nueva norma que en un futuro le impedirá hacer ese mismo gesto. Un poco molesta aseguró que «quitan y ponen las normas sin ningún tipo de criterio y sobre todo, sin pensar en la gente que coge una bici todos los días para ir a trabajar».

A Miguel Ángel le pilló por sorpresa que ayer no pudiera estacionar su bicicleta de Mobike en pleno paseo Independencia que, por los actos celebrado por las fiestas del Pilar, se encontraba cortado. Tampoco conocía las futuras restricciones de la nueva normativa que anunció el lunes la Dirección General de Tráfico (DGT). Miguel Ángel antes era usuario de las bicicletas del ayuntamiento pero para él era un «hándicap» tener que ir a los estacionamientos a cogerlas y a dejarlas. «Era un problema porque a veces estaba lejos o no había hueco», explicó. Y es que, una de las cosas que los usuarios de movilidad compartida defienden, es la libertad que tienen con este servicio, por lo que muchos de ellos no se cortan al asegurar que dejarían de usarlo. «Esto es ir un paso hacia atrás», destacó Miguel Ángel.

Lo mismo opinaba Samuel, que mientras circulaba tranquilo por pleno centro de la capital aragonesa con su propia bici, aseguraba que a veces ya le costaba encontrar espacio y que a pesar de entender «que no se pueda ir por la acera al lado de los peatones», no estaba de acuerdo con lo de no poder aparcar. A pesar de que parecía que los patinetes habían llegado para quedarse, son muchos los usuarios que también empiezan a ver más inconvenientes que ventajas.

Fernando recibió hace un tiempo un patinete como regalo y desde entonces es un usuario fiel que ha dejado de lado su vehículo particular consiguiendo así ahorrar tiempo en sus desplazamientos diarios. «Es un inconveniente que ahora se prohíba dejarlo en según que sitios o el tener muchas limitaciones para poder circular, así que poco a poco iremos desapareciendo», explicó. Además, hizo referencia a los muchos cambios de normativa que se han producido en poco tiempo, lo que le causaba a veces encontrarse «en la tesitura de no saber por dónde ir o dónde aparcar».

A pesar de esto, aseguró que esperaba que todo se hiciera «a favor de la movilidad sostenible» porque si el patinete ya no era práctico, él volvería a usar el coche.