La campaña de recogida de la fruta que está a punto de empezar en la ribera del Cinca y en el valle del Ebro requerirá entre 7.000 y 8.000 trabajadores al mes entre mayo y octubre, según datos de la patronal del sector.

«Todavía es pronto para saber si se realizarán tantos contratos como son necesarios, pero en cualquier caso la recogida de fruta no empezará con fuerza hasta 10 o el 15 de mayo», indica Agustín Sánchez, gerente de la Asociación de Empresarios Agrícolas de la Margen Derecha del Ebro, con sede en La Almunia.

Aun así, los agricultores están preocupados, pues «desde hace cuatro años no se contratan tantos trabajadores como serían necesarios, con un déficit de mano de obra, según la temporada, que puede oscilar entre el 10% y el 20%», advierte Sánchez, que explica que esa circunstancia afecta al ritmo en que se trabaja en las explotaciones frutícolas.

De hecho, en las zonas fruteras de Aragón, como Valdejalón, «aún no es visible la presencia masiva de temporeros», señala Marta Gracia Blanco, alcaldesa de La Almunia. La localidad, con el paso de los años, ha puesto en marcha y perfeccionado un complejo dispositivo para acoger a los trabajadores del campo y que incluye desde servicios de ducha y de asistencia hasta mediadores. Esta labor, asegura la regidora, ha conseguido que hace años que no se registren problemas de convivencia durante la temporada agrícola.

La mayoría de los trabajadores agrícolas proceden del Magreb y de Rumanía y muchos llegan a Aragón tras participar en la campaña de la fresa en Huelva. Sus destinos se reparten entre las comarcas con mayor producción frutera de Aragón, como Calatayud, Valdejalón, el Bajo y Medio Cinca y el Bajo Aragón de Caspe. Muchos de ellos vienen en grupos familiares que aprovechan la campaña agrícola al máximo y se mueven entre diversas localidades y explotaciones.

En la actualidad y desde el mes de abril se están realizando labores de aclareo en melocotoneros y albaricoqueros, pero pronto empezará la recogida de la cereza, una fruta que, en función de la variedad, se coge a lo largo de la segunda mitad de la primavera y el comienzo del verano.

Sin embargo, este año, como consecuencia del tiempo frío y de las heladas tardías algunos tipos de cereza sufrirán un descenso de producción en la comarca de Calatayud que podría ser del orden del orden del 50%.