Rodaba la Vuelta en calma, esperando la tormenta o, para el caso, el primer gran ataque. No se sabía si Contador venía a ganar una etapa o una carrera, tampoco si el líder del Movistar era Valverde o Quintana o si el Froome de esta Vuelta es el súper ciclista del Tour 2013. Y, en esto, ha llegado la ronda a Aragón y las incógnitas han ido desapareciendo. Las cartas de los favoritos, cubiertas hasta la subida del domingo en Valdelinares, ya van apareciendo sobre la mesa. Contador, se queje o no de la rodilla, ha venido para llegar de rojo a Madrid; Quintana es el hombre fuerte del Movistar; lo de Froome, eso sí, aún está por ver. Todo esto, que no es poco, lo desveló la llegada en alto a la estación turolense, en la que Quintana se puso el jersey de líder y Contador, con su ataque final, se colgó el cartel de favorito.

A la espera de que llegue la montaña, la que quema en el gemelo, la de verdad, la jerarquía de la carrera podría volver a dar un vuelco hoy en la contrarreloj individual de Borja, la única de la carrera, a la que los ciclistas llegarán frescos tras la jornada de descanso que pasaron ayer en Zaragoza y sus alrededores. Habrá tensión, pues, pero también encanto, puesto que la crono arrancará en el Monasterio de Veruela. Allí, en la abadía, con el espíritu sereno, el primer corredor tomará la salida a las 13.12 horas, Purito lo hará a las 16.42, Froome a las 16.44, Valverde a las 16.48, Contador a las 16.50 y Quintana, el último, a las 16.52.

Los ciclistas recorrerán 36,7 kilómetros con el escollo principal en la ascensión al Alto del Moncayo, de tercera categoría, a los 11 kilómetros, tras dejar atrás Alcalá. Siempre hacia arriba hasta entonces, tras coronar vendrá una bajada muy técnica, que agradecerán los rodadores y que cruzará Ambel y Bulbuente para acabar en Borja. Contador, el hombre al que ahora todos temen, ya estuvo ayer reconociendo el terreno, "para seleccionar el desarrollo" del Alto del Moncayo. "Parece más dura de lo que se ve en el perfil, porque la parte final de la subida se agarra y luego tiene una bajada rápida con la carretera botosa que complica algunas curvas, y una parte final que es para acoplarse y rodar", definió la etapa el madrileño.

Con Quintana líder desde el domingo, todos los favoritos están en menos de 30 segundos en la general. Los tiempos, de momento, no dicen nada, pero los números, inapelables a veces, no siempre retratan la situación. Las sensaciones, que sí lo hacen, dicen que Contador está muy fuerte. Mientras, se espera a Froome, que podría dar su primer golpe en la carrera en la crono de hoy, en un terreno donde supera al resto de aspirantes. La etapa, en cualquier caso, parece cosa del británico o de Tony Martin, el campeón del mundo, antes que de Cancellara, vencedor el año pasado.

Borja, pues, aparecerá mañana en las portadas, no por una obra de arte difuminada, tampoco por el vino, sino porque marcará el devenir de la Vuelta. Quizá descarte a alguno de los buenos, como ocurrió el año pasado en la crono de Tarazona, en la que Purito se dejó sus posibilidades en la general. Entre la plaza de toros y la catedral mudéjar, principio y final, la localidad aragonesa deslumbró con su casco viejo a la caravana de la Vuelta. Ese aura espera también hoy la organización del Monasterio de Veruela y Borja en otra jornada clave, en otra jornada en Aragón.