Los viejos trenes tamagochi que circulan por trayectos como el que une Zaragoza con Teruel o Canfranc seguirán transitando por las vías de la comunidad hasta, al menos, finales del 2021. La fecha, aproximada, se extrae de las declaraciones que realizó ayer el presidente de Renfe, Isaías Táboas, quien explicó que los plazos pasarán, primero, por la licitación del contrato, posteriormente, por su adjudicación, en el 2020 y, finalmente, por la construcción de los nuevos convoyes que sustituirán a los actuales.

«Tenemos que licitar y los trenes no están en las tiendas, se fabrican», señaló ayer con rotundidad Táboas. «Espero, con un poco de suerte, que podamos adjudicar a primeros del 2020», indicó, a la vez que precisó que serán necesarios otros «18 o 20 meses» para la creación de los nuevos modelos. De esta forma, y si es en el 2020 cuando se adjudique el contrato, aproximadamente será pasado el verano del 2021 cuando estén listos, contando con los cálculos que desglosó ayer el presidente de Renfe.

La sustitición de los tamagochis fue uno de los temas que abordaron ayer Táboas y el consejero de Vertebración del Territorio del Gobierno de Aragón, José Luis Soro. Sobre este tema, relató el primero que la adquisición de los nuevos trenes se enmarca en una compra que realizará Renfe para diversos puntos del país y se traducirá en convoyes «modernos», que ofrecerán «más servicios que los actuales».

Sin embargo, y preguntado por el tren concreto que adquirirán, apostilló: «No tengo ni idea qué modelo se podría traer. Nosotros pedimos a los fabricantes y ellos ofrecen». Al respecto, y para los diversos tipos de vía por los que discurrirán en Aragón, como tramos con catenaria y otros sin ella, indicó que los híbridos son los que resultan válidos en esas circunstancias. «En este momento lo hacen con diésel pero no cerramos la puerta a otras soluciones que nos propongan los fabricantes», añadió.

Soro destacó que trasladaron a Renfe la «necesaria sustitución de los tamagochis, la serie 596», asunto que desde hace años es una de las reivindicaciones del Ejecutivo autonómico y usuarios a la operadora. Las averías y otras incidencias en estos trayectos resulta algo recurrente durante los últimos años. Sin ir más lejos, ayer se reestableció la conexión entre Jaca y Canfranc, cortada por la nieve.

De la misma forma, otra de las cuestiones abordadas fue la incorporación de paradas facultativas, o a demanda, en las líneas que unen Zaragoza con Teruel y Canfranc. Renfe se comprometió a estudiar la aplicación, lo antes posible, y permitirá al usuario obligar a parar al tren en cualquier estación intermedia mandando un aviso desde la terminal.

CONVENIO

Aunque las mejoras en la flota y el servicio fueran aspectos centrales de la reunión, Renfe a lo que venía era a saldar cuentas pendientes con Aragón y perfilar el nuevo convenio 2018-2020 para subvencionar a las líneas regionales de la comunidad. La DGA llevaba dos años sin pagar y había que aclarar cómo abonar los 8,6 millones que aproximadamente adeuda por un convenio que le obligaba, 4,3 por el 2017 y otros tantos por el 2018. La cifra sería mayor porque, relató Soro, el año pasado hubo un incremento «del 30%» del canon que Renfe paga a Adif por usar las infraestructuras, un aumento que se le iba a repercutir a la DGA, que subía la factura a 5,6 millones y que Renfe ha decidido perdonarle.

Así, de la reunión de ayer salió un acuerdo para el pago de esta deuda que otorga a Aragón dos años de carencia. Porque la DGA, al no tener presupuesto aprobado, solo dispone de los 4,3 millones que le concede la prórroga. La operadora accedió a que esa sea la cuantía que pague en el actual ejercicio, por el 2017, y que los 4,3 del 2018 los pueda abonar en el 2020. El déficit de este año, que está por calcular, se desembolsará en el 2021 y el del año que viene, en el 2022. Y eso pese a que el nuevo convenio finalizará el 31 de diciembre del 2020.

El otro gran acuerdo, en este sentido, era definir que ese nuevo contrato ya no incluirá tres de las siete líneas que hasta ahora financiaba el Gobierno aragonés. Tal y como ordenó el Ministerio de Fomento en el 2018, la operadora será a partir de ahora la que asuma el déficit de las rutas Zaragoza-Teruel, Zaragoza-Calatayud y Calatayud-Ariza. Se desconoce cuál será el ahorro para las arcas autonómicas, pero otras cuatro correrán por su cuenta: Huesca-Jaca, Zaragoza-Lleida, Caspe-Fayón y Teruel-Caudiel.

Y así ponían fin ambos al ataque de rebeldía que se marcó la DGA en el 2016, cuando decidió dejar de pagar por los regionales hasta garantizar un compromiso de mejoras. Ahora los nuevos trenes llegarán en el 2021 y su deuda se saldará en el 2022, ambos con el convenio que ahora se firmará ya vencido.