La propuesta de Zaragoza en Común (ZeC) de prohibir la circulación de coches privados por un tramo del paseo Sagasta para construir un carril bici ha vuelto a generar tensión con los grupos municipales. El objetivo de ZeC pasa por expulsar a los coches del centro obligándoles a circular por otras zonas y generar nuevas vías para los ciclistas. En este caso, pretenden desviar los 8.000 coches que pasan a diario por Sagasta por calles que no están preparadas para soportar este volumen, como Lagasca, ya que se convertiría en la vía alternativa para acceder a Goya. La oposición, que ayer conoció el proyecto, critica las afecciones que generará en el tráfico y exige al equipo de Gobierno medidas «reales» para disminuir el uso del vehículo privado.

La concejala de Movilidad, Teresa Artigas, presentó al resto de formaciones el proyecto que pretenden impulsar en el bulevar de Sagasta y que persigue dos objetivos: aumentar su red de vía ciclable y expulsar a los vehículos privados del centro hacia el Camino de las Torres y Tenor Fleta «eliminando el tráfico en algunas zonas y creando un carril bici en la calzada desde la plaza Paraíso hasta Goya», explicó Artigas. Tal y como adelantó EL PERIÓDICO, el tramo entre Paraíso y Cuéllar se dividirá en cuatro tramos.

El primero de ellos, desde Paraíso hasta la intersección con las calles Lagasca y León XIII, mantendría la circulación de coches en ambos sentidos y en el de bajada se construiría -siempre en la calzada- un barril bici bidireccional. Pasado este cruce, donde se creará un paso de peatones, el tráfico se restringiría en dirección a Torrero, es decir, los coches particulares no podrían seguir circulando, de manera que tendrían que desviarse por Lagasca o León XIII.

PROHIBICIÓN / Se prohibirá el paso de vehículos porque el ciclista continuaría por este sentido -de subida-, de manera que se utilizaría un carril de la calzada y otro estaría limitado al transporte público, residentes y carga y descarga. Pasada la intersección de Goya, el carril bici abandonaría la calzada para pasar a discurrir por el bulevar central. Hay espacio suficiente y no interferiría en el tráfico procedente del paseo Cuéllar.

A la oposición municipal no le ha gustado nada esta propuesta. Todos manifestaron estar a favor de impulsar el uso de la bici y reducir el tráfico rodado por la ciudad, pero coinciden en que para lograr este último objetivo es primordial que se haga mejorando el transporte público. Artigas explicó que es el único modo legal de crear una red ciclable que una el centro con Torrero porque que las bicis no pueden circular por los bulevares.

Este proyecto no será sometido a la opinión de la ciudadanía ya que no se prevé ningún proceso de participación aunque se ha convocado una reunión con la junta de distrito.

Para el PP, la propuesta generará «un auténtico caos». «El carril bici va por un lado en cada tramo, se obligará a los coches a circular por calles que no están preparadas y no tienen un estudio de flujos», criticó el concejal del PP Sebastián Contín.

La socialista Lola Ranera también alertó de los problemas que se generará en calles como Lagasca o León XIII. «Esto es como el agua, por mucho que limiten su paso, los conductores buscarán otra vía alternativa para llegar a su destino pero no por ello dejarán el coche», explicó.

Desde C’s mantienen la esperanza de que «no impongan su idea y haya tiempo para buscar una alternativa que beneficie a todas las partes», indicó Alberto Casañal. Desde Chunta Aragonesista, Leticia Crespo solicitó varios informes, entre ellos uno de los técnicos analizando las consecuencias de la división por tramos, y otro de la Policía Local. «Estamos de acuerdo en que se impulse el uso de la bici, se creen redes seguras y se conecte con Torrero, pero ¿a costa de qué?».