Desde el Gobierno de Aragón reconocen que cada vez las empresas, tanto las ya asentadas como las que buscan establecerse en la comunidad, mejoran sus procesos y sus tecnologías y precisan de trabajadores con mejores y mayores cualificaciones, pero también personas capaces de actualizarse, con habilidades transversales que les permitan trabajar en equipo o con competencias digitales.

«Cuando se solicita al Inaem un carpintero, no suele bastar con un buen ebanista sino alguien capaz de manejar también una máquina de control numérico; o cuando se pide un fresador será necesario que pueda programar máquinas o utilizar datos en la nube», apunta la directora del Instituto Aragonés de Empleo (Inaem), Ána Vázquez.

A su juicio, cuesta trabajo conseguir perfiles informáticos con una especialidad concreta, o soldadores en un momento dado, pero «se hace mucho esfuerzo por presentar candidatos a las empresas lo más ajustados posibles a sus necesidades, lo que generalmente se consigue».

El Inem dispone en estos momentos de la mayor base de datos de trabajadores en búsqueda de empleo. Entre sus herramientos para falicitar candidatos a las empresas está realizar la selección, formar a los trabajadores para adaptarlos a los requerimientos y establecer líneas de ayudas para impulsar la contratación.