Con el semblante demudado, vestido con traje oscuro y corbata negra, el Rey pidió anoche "unidad, firmeza y serenidad" frente al terrorismo, por encima de "las legítimas diferencias de opinión". En su alocución extraordinaria, cuyo único precedente se remonta a la noche del golpe de Estado --el 23-F de 1982--, don Juan Carlos no aludió en ningún momento a ETA. Cuando grabó su mensaje, el ministro de Interior, Angel Acebes, aún no había apuntado la pista del terrorismo islámico.

Al formular su más absoluta condena por los "repugnantes atentados", el Rey advirtió de que los terroristas deberán dar cuenta de sus crímenes "de forma irremisible" y cumplir en prisión todas las penas que se les impongan. También pidió unidad en torno a la Constitución.

A las familias de las víctimas les envió su "más profundo afecto" y el de toda su familia, además de expresarle sus deseos de fundirse con los afectados en un abrazo "cargado de consuelo y tristeza". "Vuestro Rey sufre con todos vosotros y comparte vuestra indignación", dijo, como muestra de su abatimiento.

SOLIDARIDAD Instantes después de la masacre, el Rey fue informado del atentado por Aznar. Desde su despacho en el palacio de la Zarzuela siguió los acontecimientos y recibió llamadas y mensajes de solidaridad de diversos jefes de Estado. Entre otros, el presidente francés, Jacques Chirac, el rey Mohamed de Marruecos o la reina Beatriz de Holanda.

Poco antes de las tres de la tarde, la Reina, don Felipe y su prometida, Letizia Ortiz, acudieron al hospital Gregorio Marañón, donde fueron recibidos por la ministra de Sanidad, Ana Pastor. Allí visitaron a los heridos y consolaron a las familias que, en el pabellón docente, aguardaban inquietas noticias de sus seres queridos. En esa dependencia, la megafonía desgranaba los nombres de los pacientes recién intervenidos.

Después, la Familia Real se dirigió a los hospitales Doce de Octubre, Ramón y Cajal y Clínico. A éste último la Reina entró con lágrimas en los ojos tras ser increpada por un hombre que, al parecer, tenía un hijo ingresado, y que finalmente le pidió disculpas, según Europa Press. Por la tarde, las Infantas y sus esposos visitaron a los heridos ingresados en otros hospitales de Madrid.