Una imagen vale más que mil palabras. Este fue, seguramente, el pensamiento que planeó entre los responsables de Expoagua, el Ayuntamiento de Zaragoza y el Gobierno de Aragón que acompañaron ayer a los Reyes en su visita al recinto de la Expo. Decenas de medios de comunicación cubrieron su paso por Ranillas que estuvo centrado en conocer la Torre del agua y el pabellón de España, dos de los pocos edificios prácticamente finalizados del meandro.

Era la mejor imagen del recinto, porque estaban acabados y porque su espectacularidad supone su mejor reclamo, más cuando las imágenes llegarán a toda España por la relevancia de los visitantes, que iniciaron así un periplo de tres días que culminará el domingo con los actos del Día de las Fuerzas Armadas.

La llegada de los monarcas cumplió con el horario previsto y, minutos antes de las 19.30 horas, aterrizaron en el helipuerto del parque del agua, haciendo su estreno oficial. Un vehículo de Expoagua les recogió en la explanada y les condujo hasta la rampa que une la estación de la telecabina con la ronda del Rabal, donde les esperaban el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, el delegado del Gobierno en Aragón, Javier Fernández, el Justicia de Aragón, Fernando García Vicente, el comisario de la Expo, Emilio Fernández Castaño, y el presidente de Expoagua, Roque Gistau. Una amplia comitiva que aumentó a su llegada a la Torre del agua, primera parada en su itinerario, con su arquitecto, Enrique de Teresa, y el director general de Operaciones y Contenidos de Expoagua, Jerónimo Blasco, entre otros.

Nada más acceder al edificio, los Reyes visionaron un vídeo que recreaba una visita virtual por el recinto. Luego recorrieron la exposición del vestíbulo, disfrutaron con la fuente que evoca la lluvia y jugaron con los paneles interactivos que explican el ciclo del agua. Solo faltó el sonido --que lo tendrá en la Expo-- para lucir toda su espectacularidad. Luego, ascendieron hasta la planta presidida por el Splash y, desde allí subieron en ascensor hasta el Nube bar. Una vez allí, Belloch sugirió acceder a la azotea del edificio, donde Juan Carlos y Sofía disfrutaron de la vista, rompiendo el protocolo.

Desde la Torre del agua se dirigieron hacia el pabellón de España, donde les esperaban todos los concejales del ayuntamiento para que Belloch le hiciera entrega al Rey de la Medalla del Defensor de Zaragoza, conmemorativa de Los Sitios. "Usted es el que más la merece", exclamó el monarca dirigiéndose al alcalde.