La crisis del déficit y el desfase de 254 millones de euros del Gobierno de Aragón respecto al imperativo del ministerio, se ha cobrado ya a sus dos primeras víctimas. Se trata de la gerente del Salud, María Ángeles Alcutén, y el de los sectores sanitarios I y II y del hospital Miguel Servet, José Huelin, a los que el consejero, Ricardo Oliván, comunicó, ayer, que quedaban destituidos, aunque, mientras el despido de Huelin se hace efectivo hoy mismo, el de Alcutén se hará en los próximos días. De hecho, ella debe firmar el cese de Huelin.

La crisis del déficit emerge como causa principal del doble cese, pero no la única. Porque la pérdida de confianza entre Oliván y los dos gerentes destituidos era notoria desde hace tiempo. Y eso que ambos apenas llevaban poco más de un año en sus respectivos cargos, pero las discrepancias respecto a medidas adoptadas desde la consejería eran constantes.

DIFERENCIAS

En cambio, la mejoría en las relaciones con los sindicatos y el resto del personal podrían haber pasado factura a los dos gerentes. Al menos, así lo entiende el sindicato médico Cemsatse, que ayer advirtió de que "desde los círculos profesionales se alude a los intentos de acercamiento de los cesados con los problemas reales de los profesionales y los usuarios, mientras que desde la consejería solo existe una óptica de gasto, cada vez más alejada de los ciudadanos". De hecho, el colectivo indicó que, en su web, "había aplaudido un par de decisiones recientes del Salud, el 20 de marzo, cosa poco frecuente, pero se ve que el Gobierno no está en sintonía con sus profesionales".

En un breve comunicado, Sanidad justificó la medida para "dar un nuevo impulso a la gestión sanitaria en Aragón, uno de los ejes prioritarios de la política del Gobierno".

En todo caso, el desfase económico ha precipitado la decisión de prescindir de los servicios de dos de los más altos miembros del organigrama sanitario aragonés y Alcutén y Huelin son las dos primeras cabezas en rodar, pero quizá no sean las únicas. Porque el Ejecutivo no descarta más movimientos que podrían afectar a otras consejerías (Educación, con 41 millones de desvío, estaría ahora en el punto de mira).

De momento, el primero se ha centrado en Sanidad, responsable del mayor desajuste --124 millones, prácticamente la mitad del déficit total--. Así lo exigió la propia presidenta, Luisa Fernanda Rudi, que pidió responsabilidades en una reunión celebrada a finales de la pasada semana con la cúpula del Ejecutivo, al que expuso su profundo malestar por el crecimiento de gasto en dos áreas --Sanidad y Educación-- que han sufrido recortes y que, además, le han supuesto un notable desgaste político.

Las destituciones en escalones secundarios de los departamentos permiten, además, proteger a los consejeros. También a Saz, escudado en la reducción del gasto corriente y la ejecución al 97% del presupuesto de ingresos.

De momento, Alcutén deja el cargo al que accedió en enero del 2013 en sustitución de Tomás Tenza, a quien la Fiscalía pidió 6 meses de prisión y 12 años de inhabilitación para cargo público por supuestos delitos de prevariación y acoso laboral durante su etapa al frente del Complejo Asistencial de Burgos. Huelin llegó poco después para convertirse en el tercer gerente del Servet y de los sectores I y II en esta legislatura.