El Gobierno ruso frenó ayer por un día la espectacular caída del rublo para que aguante frente al dólar y el euro al menos hasta la tan esperada gran rueda de prensa anual del presidente ruso, Vladimir Putin, que se celebra hoy (jueves). Tras el desplome del 9,5% que se produjo el lunes al que se sumó otro del 7% el martes, la moneda rusa recobró ayer cierta estabilidad. En la noche del miércoles, un dólar valía 61,81 rublos (frente a los 67,88 rublos del martes) y un euro 76,56 rublos (frente a los 85,15 rublos del martes).

La Bolsa rusa abrió ayer con un comportamiento "estable" del principal índice bursátil, RTS, que se mantiene en 629,15 puntos y el crecimiento del indicador MICEX en un 0,8% hasta 1455,45 puntos. A la rueda de prensa de Putin asistirán 1.259 periodistas, según informó el Kremlin. El evento tendrá lugar en el Centro de Comercio Internacional de Moscú y se transmitirá en directo por varias cadenas y emisoras rusas. La rueda de prensa más grande de Putin se celebró el 14 de febrero del 2008 y duró un tiempo récord: cuatro horas y 40 minutos.

La última sesión de preguntas y respuestas de Putin llega en el momento más crítico desde su llegada al poder en 1999. La bajada de los precios del petróleo, la crisis en Ucrania y las sanciones de Occidente han causado una desvalorización en picado de la moneda nacional rusa que ha perdido desde enero un 90% de su valor frente al dólar y el euro.

La inesperada recuperación del rublo se produjo poco después de que el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, anunciara un programa de medidas contra la crisis. "Planeamos tomar una serie de medidas: fortaleceremos la refinanciación de los bancos con divisas convertibles, mantendremos un equilibrio entre la oferta y la demanda en el mercado de divisas y aumentaremos la liquidez", dijo en una sesión con los ministros de Finanzas y Desarrollo Económico, la directiva del Banco Central y los jefes de empresas importantes de energía y metalurgia.

Posteriormente, el servicio de prensa del gobierno informó que Medvédev solicitó a los jefes de las mayores empresas exportadoras del país que inyecten divisas extranjeras en el mercado ruso para apoyar el rublo. El primer ministro les pidió que gasten "de manera estable y constante las divisas extranjeras (dentro del mercado ruso), para evitar cambios bruscos de la cotización del rublo", según dijo el servicio de prensa del gobierno.

El primer ministro explicó la crisis actual en Rusia con problemas y desafíos asociados a dos principales factores externos: la bajada de los precios del petróleo agravada por las sanciones occidentales. "Los mercados crediticios están prácticamente cerrados para nuestras empresas y bancos. Es imposible que el rublo no reaccione a eso", dijo en referencia a las sanciones de Occidente contra los bancos rusos.

COMPRAS MASIVAS

Mientras tanto, miles de los rusos intentaron ayer aprovechar la repentina mejora de la cotización del rublo para intentar comprar dólares y salvar así sus escasos ahorros. En grandes ciudades rusas se formaron colas de varias horas, pero muy pocos consiguieron cambiar la moneda nacional a dólares o euros.

Los bancos del país informaron de que ya no les quedaban divisas convertibles, ni tampoco rublos en efectivo a causa de la gran demanda de los últimos días. Los que no consiguieron comprar dólares se dirigieron a grandes centros comerciales para gastar rublos en productos importados antes de la esperada subida de los precios. La crisis en el mercado de divisas ya ha causado un déficit de coches extranjeros que se acabaron a principios del mes debido a la gran demanda.

Mientras, el presidente de EEUU, Barack Obama, promulgará en los próximos días la ley, adoptada por el Congreso la semana pasada, que le autoriza a imponer más sanciones contra Rusia, informó la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki.