El juez exhibió a la infanta facturas y recibos de gastos particulares cargados a la empresa Aizoon. Ante uno de esos documentos, Castro le preguntó: "¿Ha ido a clases de salsa o merengue?". La duquesa de Palma no dudó: "A clases de salsa, no; pero sí que fui hace años a unas de flamenco". El juez, de origen cordobés, respondió: "Lo celebro". El magistrado le espetó después: "Si su marido baila merengue, se debe mover muy bien".

El magistrado también le enseñó un recibo que refleja la compra en el 2008 de cuatro libros de Harry Potter. Igual que con otras compras, la infanta dijo desconocer que la tarjeta con la que sufragaba los gastos (tenía tres o cuatro) se nutrían con el dinero de la empresa.