Pedro Sánchez se desplazó ayer a Barcelona, un día después de la manifestación contra la independencia -a la que el PSC llamó a participar a través de una carta de su secretario de organización- y un día antes del pleno del Parlamento catalán en el que Carles Puigdemont podría hacer efectiva la declaración unilateral de independencia (DUI). El líder del PSOE se reunió por la mañana con la ejecutiva del PSC, tras la que reiteró su oposición frontal a la DUI y su apoyo a cualquier respuesta que pueda dar el Gobierno de Mariano Rajoy.

«La DUI no tiene cabida en ningún Estado de derecho. Apoyaremos cualquier respuesta ante cualquier intento de quiebra unilateral», sentenció Sánchez tras la cita, principio que repitió después en un acto en la sede de los socialistas catalanes de Barcelona, junto a Miquel Iceta, Ferran Pedret y Jaume Collboni. «Por patriotismo le pedimos a Puigdemont que se abstenga de hacer una DUI en directo, en diferido o simbólica», reclamó Iceta.

El primer secretario de los socialistas catalanes vaticinó que hoy no se votará nada en el Parlament y, en caso contrario, los diputados socialistas dejarán la Cámara catalana y recurrirán al Tribunal Constitucional, como ya hicieron con el pleno suspendido de ayer. El secretario general del PSOE evitó responder directamente qué hará si se llega a aplicar el artículo 155 de la Carta Magna, pero afirmó que dará respaldo a cualquier respuesta «constitucional». Este extremo inquieta a varios militantes del PSC como Jordi Ballart, alcalde de Tarrasa, que ya avisó de que dejaría la alcaldía y la militancia socialista si eso se produce.

‘NO’ A LA MEDIACIÓN INTERNACIONAL / Iceta y Pedro Sánchez comparecieron en una multitudinaria rueda de prensa con sendas chapas con la leyenda Diàleg y tras unos atriles en los que se leía Parlem y Hablemos, el lema de las marchas blancas que se vivieron el sábado.

Ambos rechazaron la mediación internacional, defendiendo que este diálogo se debe circunscribir al Congreso. En línea con la Declaración de Barcelona, volvieron a abogar por una reforma constitucional y una España plurinacional, reconociendo a Cataluña como una nación en la Constitución, para solventar su encaje en España.

En este sentido, y como ya ocurrió la semana pasada en la comparecencia de Iceta, el PSC y el PSOE ya no se muestran tan tajantes en la negativa a un referéndum pactado, cuando siempre rebatían cual mantra que ellos proponían votar acuerdo, no ruptura. Ahora animan a los partidos independentistas a llevarlo a la comisión parlamentaria que han propuesto.

«Los que defienden el referéndum pactado yo no sé si saben que implica para la autodeterminación de una parte de España una reforma constitucional -reflexionó Sánchez-. Todos hablamos de la reforma constitucional; unos para reforzar la unidad de España, otros para disgregarla. Empecemos a canalizar ese debate, abramos el debate», aseguró el secretario general. Otro tema es que si el PSOE se mantiene junto a Ciudadanos y PP en el bloqueo a la autodeterminación, esta puerta seguiría sin abrirse en la eventual reforma de la Carta Magna.