Pedro Sánchez no suele conceder entrevistas. En esta nueva etapa al frente del PSOE, el jefe de la oposición, que renunció a su escaño el pasado octubre, mide sus apariciones al milímetro, pero ayer visitó dos medios de comunicación: Onda Cero y La Sexta. Estaba muy satisfecho.

El día antes, después de que Carles Puigdemont anunciase en el Parlamento de cataluña que dejaba en suspenso la declaración unilateral de independencia (DUI), el líder socialista había mantenido una larga y fructífera reunión con Mariano Rajoy.

En ella, se comprometió a apoyar al Gobierno en su requerimiento a Puigdemont para que aclarase si había promulgado o no la secesión de Cataluña, un movimiento que podría acabar con la suspensión de competencias autonómicas vía artículo 155 de la Constitución, y a cambio el presidente del Gobierno aceptó sumarse al estudio de una reforma constitucional, un paso que el PSOE reclama desde hace más de cuatro años.

Así que Sánchez se dejó ver más que nunca: reunió a la dirección de su partido, dio una rueda de prensa y concedió dos entrevistas. «Ha llegado la hora de que abordemos la reforma de la Constitución», dijo tras la ejecutiva socialista a la que informó de su encuentro con el presidente del Ejecutivo.

El debate sobre la actualización de la Carta Magna tendrá dos fases. La primera ocurrirá en la comisión parlamentaria para la evaluación del Estado autonómico, ya constituida a propuesta del PSOE.

El organismo se pondrá a trabajar en breve, la semana que viene o la siguiente, y durante seis meses estudiará las carencias del actual sistema territorial.

Después se elaborarán unas conclusiones, en principio serán aprobadas en el pleno, y se activará la subcomisión constitucional, donde se estudiará a fondo la reforma.

Con su acuerdo con Rajoy, que comenzó a forjarse en septiembre pasado, Pedro Sánchez consigue contentar al ala más dura de su partido, que le pedía mayor firmeza en su apoyo al Gobierno frente al desafío de los independentistas, y también al PSC, principal defensor de la reforma constitucional y del diálogo con Puigdemont.