El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, ha insistido hoy en que la movilidad de la ciudadanía estará asegurada durante estas Fiestas del Pilar después de que conductores y empresa no hayan llegado a un acuerdo en la reunión para evitar la huelga del tranvía.

"Nuestra posición es la de respetar el derecho a la huelga y asegurar la movilidad de la ciudadanía, y más, en estos días festivos. Y lo vamos a hacer", ha manifestado el alcalde ante las preguntas de los medios de comunicación nada más conocerse que los conductores del tranvía y la empresa no habían llegado a un acuerdo en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA).

Santisteve ha explicado que igualmente acaban de conocer este paso en falso en las negociaciones y que el equipo técnico ya están trabajando en una propuesta de servicios mínimos "ajustada a las necesidades y al tiempo".

A la espera de ampliar más información, Santisteve ha dicho que habrá un refuerzo de autobuses y que desde el Ayuntamiento "se van a poner todos los medios".

UNA PIEZA CLAVE

El tranvía de Zaragoza es desde el 2013 una «pieza clave» en la movilidad de la capital y especialmente en las fiestas del Pilar. Ahora, la posibilidad de que vayan a la huelga sus conductores mantiene en vilo al ayuntamiento y a toda la ciudadanía. Hoy se decide en la última reunión en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA) entre la operadora, Tranvías Urbanos, y el Sindicato Ferroviario, que no el comité, con toda la incertidumbre sobre la mesa de negociación. Por el impacto que pueden tener los paros parciales en la prestación del servicio y por lo inédito de una situación en la que se debe encajar en un operativo especial ya definido y que no se podrá modificar.

Ante ello, el ayuntamiento defiende la «flexibilidad» que ofrece este operativo programado, especialmente con la lanzadera especial hacia el recinto ferial de Valdespartera, que aglutinará toda la oferta que en años anteriores se repartía con el del Párking Norte, este año ausente. Pero el autobús no cuenta con las más de 200 plazas de capacidad del Urbos 3, y aún así no es la mayor preocupación. En realidad temen más el efecto que tenga en los desplazamientos cotidianos en días laborables, ya que este año solo es festivo el día 12, que no tiene paros programados, y además de los fines de semana, los niños no tendrán colegio el día 11. Esa jornada puede ser la de más impacto.

SIETE HORAS, 100.000 VIAJEROS

La convocatoria apunta, precisamente, a las franjas horarias que mayor volumen de viajeros mueve el tranvía durante las fiestas. Desde las 11.00 a las 14.30 horas y, por la tarde, desde las 18.30 a 22.00 horas. Siete horas que aglutinan un porcentaje «muy importante» del global de viajeros que promedia al día el tranvía durante los Pilares. Se llegan a superar los 100.000 pasajeros diarios en un servicio que operará durante las 24 horas.

La tensión lógica de esta negociación que amenaza con una huelga en la ciudad se ve incrementada por cómo se están desarrollando las conversaciones en el SAMA. Y, sobre todo, por cómo concluyeron en la única huelga que hasta ahora se ha ejecutado en la línea Valdespartera-Parque Goya. Se realizó el pasado mes de marzo y se conoció que se realizarían los paros parciales en el servicio apenas seis horas antes del inicio de los mismos. La situación podría repetirse esta vez, con una relevante diferencia: no será igual en las fiestas del Pilar.

Otra cuestión importante que deberá decidirse a lo largo del día de hoy será el decreto municipal que fije los servicios mínimos durante los paros. En la única huelga realizada en el tranvía, la decisión municipal fue la de aplicar un 60%, algo que no satisfizo a los trabajadores y que tampoco evitó las complicaciones lógicas durante el horario de los paros parciales. Aunque con más intensidad en los primeros días, las filas fueron menguando con el paso de los días.

DURAS ACUSACIONES

Y este es, precisamente, el aspecto que más preocupa a los conductores del tranvía. Ayer, en la concentración de protesta realizada en la plaza España, la portavoz del sindicato SF, Pilar Fuentes, avisaba: «El ayuntamiento tendría que darse cuenta de que las últimas sentencias que ha habido por los abusos en los servicios mínimos son todos aquellos que superan el 50%. No se puede poner más de eso porque vulnera el derecho a la huelga y las instituciones no están para boicotear los derechos de los trabajadores», señaló. «Si dice que se abstiene, que lo haga de verdad y ponga unos servicios mínimos justos», añadió.

Con todos estos condicionantes sobre la mesa, las posiciones que llegan hoy al SAMA se antojan irreconciliables. Ambos dedicaron la jornada de ayer a lanzarse duras acusaciones. Así, mientras la empresa ya habla de «chantaje a la ciudad tomando como rehenes a los zaragozanos» de esta parte de la plantilla, que no cuenta con el respaldo de todo el comité, el sindicato apunta a las «coacciones» de quienes dirigen la operadora. Eso sí, todos con su «firme voluntad, compromiso y máxima disponibilidad para dialogar» para que el conflicto acabe. Y con un elemento añadido: este conflicto surge a solo tres meses de que finalice el actual convenio colectivo, de manera que negociar el nuevo, que se esperaba iniciar este mismo mes, parece que se retrasará.

Por último, todas las miradas estarán puestas hoy en el SAMA y en la casa consistorial. En este caso, por unos servicios mínimos que podría tener que decretar el Gobierno de ZeC de antemano y con toda la oposición siguiendo atentamente su decisión, tras las críticas ya recibidas por el fiasco del Párking Norte.