La fábrica de ascensores y escaleras mecánicas Schindler cerrará en poco más de un año su histórica planta del barrio de Las Fuentes-Montemolín para inaugurar otra en el polígono Empresarium, en La Cartuja, en enero del 2006. La dirección de la multinacional y el consistorio han llegado a un principio de acuerdo para recalificar los 32.405 metros cuadrados que ocupa la industria en el casco urbano, en los que se podrán construir 416 pisos, de los que el 18% serán de protección oficial. Con la venta de estos terrenos se financiará la operación de traslado, que asciende a 30 millones de euros.

El teniente de alcalde de Urbanismo, Antonio Gaspar, y el director general de Schindler-España, Javier Leirado, comparecieron ayer para dar cuenta del proyecto de convenio, por el que se asegura la permanencia de la multinacional en Zaragoza en una nueva planta de mayor tamaño, más tecnológica y especializada en fabricación de ascensores especiales, a medida, para Europa, además de componentes para mantenimiento de ascensores. El compromiso escrito es mantener la plantilla de 500 trabajadores.

Antonio Gaspar no pudo ocultar su satisfacción al explicar los objetivos del convenio, que estará sujeto a las limitaciones de edificabilidad en los suelos del sector: "La operación es redonda. Mantenemos una empresa histórica y puntera que se va a especializar en un línea de producción que va a ser referente y que garantiza su competitividad y a cambio sacamos una industria de una zona residencial, promocionamos vivienda social e impulsamos Empresarium".

Los términos del acuerdo son redondos para Urbanismo, puesto que le venderá a Schindler dos parcelas municipales de Empresarium que tenía dificultades para enajenar. "Su implantación servirá de arrastre para nuevas industrias", añadió el edil de Urbanismo.

NUEVA INDUSTRIA El borrador de convenio establece la enajenación de casi 60.000 metros cuadrados, 47.000 de los cuales serán ocupados por la nueva industria y otros 8.000 por un operador logístico asociado, Hamman Internacional. Los restantes 5.000 metros se reservarán para posibles ampliaciones. La venta se hará efectiva un mes después de la firma del convenio y su precio aún está por cerrar, aunque no será político y se guiará por el valor de mercado.

En el borrador de convenio se establece un plazo máximo de cinco años para trasladar la industria, aunque Schindler se ha comprometido a inaugurar sus nuevas instalaciones en enero del 2006. Para ello, el teniente de alcalde de Urbanismo ya ha dado orden al servicio municipal de Licencias para coordinar los trabajos técnicos con la multinacional, de forma que en marzo se hayan dado los preceptivos permisos para poder iniciar las obras.

La nueva planta contará en una primera fase con una nave de 16.000 metros cuadrados y un bloque de oficinas de 5.000 metros.

Leirado explicó que la antigua planta de Giesa se construyó en 1945 a las afueras de Zaragoza, pero el crecimiento de la ciudad la ha convertido en una "isla industrial" impedida para crecer y con dificultades logísticas.

El responsable de Schindler reconoció que la tendencia de la compañía es trasladar la fabricación en serie a países más baratos, sobre todo del Este de Europa o Asia, donde las industrias están subvencionadas y los gastos son "mucho más bajos".

El director general de Schindler para España reconoció que la productividad, la experiencia y la flexibilidad del equipo humano de la fábrica de Zaragoza ha contribuido a que la multinacional haya optado por mantener en la ciudad en vez de afrontar una "nueva aventura", que podría conllevar también "más riesgo", informó Efe.

La firma suiza considera la inversión como una apuesta a largo plazo y su director general dejó muy claro que la nueva fábrica se especializará en nuevos productos, por lo que podría crecer en el futuro. No obstante, manifestó que el compromiso se limita ahora al mantenimiento de la plantilla actual. El borrador de convenio establece que deberá mantener la actividad cinco años.