El ministro De la Serna también dio cuenta de otros proyectos carreteros en Aragón. En este sentido, anunció la inminente puesta en marcha de los trabajos que cerrarán por fin la A-22, o autovía de Huesca a Lérida, con los poco más de diez kilómetros que faltan por construirse entre Siétamo y la capital de la provincia. El coste total de estas obras asciende a 47 millones de euros después de una baja en la licitación, ya que el coste inicial superaba los 62 millones de euros. El plazo de ejecución es de 36 meses.

Por otro lado, De la Serna enumeró el estado de otras obras que se están realizando en la comunidad autónoma, como el desdoblamiento de la A-68 en Figueruelas-Gallur y Gallur-Mallén, las dos obras que suponen una inversión de 54 y 56 millones, respectivamente. «Ahora tenemos en ejecución obras por valor de 110 millones en la A-68, seguimos en la N-232, en el tramo Rafales-límite con la provincia de Castellón, unas obras que están ya casi al 90%».

Además, mantuvo los compromisos de su ministerio con otras obras mucho menos avanzadas, como la A-40 (Teruel-Cuenca), la N-260 en el congosto de Ventamillo, la A-15 o autovía de Soria a Tudela. Respecto a la AP-2, el ministro explico que «que no se va a prorrogar el contrato que está en vigor» y que concluye en el 2021. «La autopista revertirá al Estado, que es el propietario del bien, y tiene que decir el Gobierno lo que va a ocurrir con ésta y otras autopistas que están en situaciones concesionales», indicó.

De la Serna estuvo acompañado por el secretario de Estado de Administraciones Territoriales, el oscense Roberto Bermúdez de Castro, y el delegado del Gobierno, Gustavo Alcalde. También asistieron el vicepresidente de las Cortes, Antonio Torres, y la portavoz del PP, Mar Vaquero, así como el diputado de Cs, Jesús Sansó y alcaldes de la zona.