El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Zaragoza ha abierto una investigación para esclarecer si ha habido negligencia o delito relacionados con los animales que han muerto en sus granjas durante esta crecida del Ebro. Unos hechos que diversos colectivos animalistas han denunciado a lo largo de los últimos días a través de las redes sociales, el mismo medio empleado ayer por el instituto armado para comunicar la apertura de esta investigación.

Según explicaron fuentes del cuerpo, los agentes tratarán de determinar si los avisos llegaron con suficiente antelación como para que los ganaderos pudieran haber evacuado a los animales, en particular a unos mil cerdos de una explotación de Villafranca de Ebro, que parecen ser los que más iras han despertado, en particular tras la publicación de unos vídeos en los que se les ve en las pocilgas anegados.

Los animales también están siendo una preocupación para la DGA. El consejero de Presidencia, Vicente Guillén, detalló que se desalojaron 200 vacas de Remolinos, y el resto estaban en buenas condiciones; que había dos granjas con 2.400 cerdos en Gallur, aisladas pero sin peligro, y en cuanto a los cerdos de Villafranca, afirmó que era «sencillamente imposible» acceder.

El alcalde de Villafranca, Roberto Fernández, aseguró que la evacuación de los tocinos comenzó el viernes y el sábado los camiones ya no pudieron transitar los caminos, afectados por la crecida del Ebro. «Se hizo todo lo posible por salvar a los animales, pero hay que entender que no se podía poner en riesgo la vida de una persona», explicó el alcalde, muy molesto por las acusaciones.