Aragón mira con expectación las noticias que llegan desde la ladera del puerto de Monrepós donde el pasado viernes se hundió la calzada. Y el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, respondió ayer marcando un plazo para la reapertura de un paso provisional por el espacio que multitud de maquinaria le está ganando a la ladera. Será el próximo sábado, garantizó ayer en Madrid. «Confiamos que este fin de semana, el mismo sábado, podamos abrir ya la carretera, sin perjuicio de que ahora los expertos en geotecnia están analizando cuál es la solución definitiva para poder reconstruir la N-330». Esta tardará meses en materializarse, si no más, a la vista del estado actual del tramo.

El titular de Fomento explicó que lo que están haciendo es «trabajar día y noche, con tres equipos, 20 personas y las 24 horas». Así lo aseveró en un desayuno informativo organizado por Europa Press. En él se refirió a lo ocurrido como un hecho puntual similar al sucedido anteayer en Lérida, «el deslizamiento de una ladera que se ha llevado por delante una carretera». En este caso, también la vida de dos personas, cuyos cadáveres eran rescatados ayer.

INVERSIÓN SUFICIENTE

Buenas noticias para el principal acceso al Pirineo de cara al puente festivo, pero ninguna autocrítica por la falta de inversiones que le recrimina Aragón. De hecho, dijo que «no tiene nada que ver» con lo ocurrido ni con la realidad. «Al contrario, estamos haciendo ya grandes inversiones en materia de infraestructuras viarias, en especial en Monrepós, donde ya hay algunas espectaculares, especialmente los túneles», replicó.

Una de cal y una de arena en Madrid para la carretera nacional y los usuarios, que hasta el sábado seguirán usando la alternativa por la A-132 de Ayerbe, Murillo de Gállego y el puerto de Santa Bárbara, que también estaba en obras pero con mucha menos maquinaria y operarios que en el tramo de Monrepós.

En su caso, el titular de esta carretera también dio la cara para responder a quienes también le reclaman más inversiones, más mimos para la carretera que se ha demostrado como única alternativa posible al Monrepós. Sobre todo después de sufrir dos desprendimientos en solo cuatro días la semana pasada.

El consejero de Vertebración del Territorio, Urbanismo y Movilidad, José Luis Soro, defendió ayer que la carretera autonómica «es segura» y que lo sucedido «no es un problema de la calzada sino de los taludes» y de que la semana pasada «cayeron 400 metros cúbicos de rocas en tiempo récord», 25 segundos. «Los firmes no se estropean en unas cuantas horas ni en tres años, sino cuando hay décadas de falta de inversión en conservación ordinaria. Cada euro que no se invierte en ella luego se multiplica por cinco en otras extraordinarias», argumentó.

Así que se va a intervenir en Santa Bárbara en seguridad cuando se reabra Monrepós pero no en una reforma integral de la carretera. Los técnicos consideran que es necesario hacerlo en los taludes afectados en el kilómetro 42, en los que ya se está actuando estos días para garantizar la seguridad -dando paso alternativo a los dos sentidos y ralentizando la marcha-, y con 24 palistas entre Ayerbe y el puente de la Peña. En su opinión, la A-132 «volverá a cumplir la función a la que está llamada, que no es la de absorber el tráfico de otra vía tan estructurante como la de Monrepós». Aunque también advirtió que el volumen de vehículos que ha llegado a esta autonómica apenas representa «un 10%» de la N-330,

Así, Soro celebró la «celeridad» que se está imprimiendo para reabrir Monrepós y que los tramos en ejecución de la A-23 no vayan a sufrir retrasos. Pero aprovechó para reivindicar «lo importante que es para el tráfico en Aragón y la urgente necesidad de que las mercancías vayan por ferrocarril» y apostó por «impulsar el Canfranc».

«La A-132 jamás podrá sustituir a Monrepós», apuntó el presidente aragonés, Javier Lambán, en la celebración del Día de Aragón en Huesca, a la vez que instaba a Fomento a explicar «con contundencia, rapidez y transparencia» las causas que provocaron el deslizamiento en la N-330. Porque es «muy preocupante», dijo, la situación del «principal acceso» al Pirineo, que es «vital e insustituible». Además, le pide garantice que «no vuelva a ocurrir más».