Los retrasos en la tramitación de las ayudas de urgencia o del Ingreso Aragonés de Inserción (IAI) tienen en los problemas de personal una causa más que evidente atendiendo a la evolución que han seguido en los últimos años el incremento de la plantilla disponible y los expedientes que llegan a diario a las centros municipales. Y está tan descompensado que, mientras el personal que se ocupa de atender los casos sigue congelado en los 160 trabajadores que se alcanzaron en el 2008, los casos que se abren al año han aumentado un 42,8% a causa de la crisis económica. Se han pasado en apenas cuatro años de atender 50.693 expedientes anuales a 72.390 en ese corto periodo.

Así, como defienden desde la Plataforma de profesionales de los servicios sociales del Ayuntamiento de Zaragoza, se frena la concesión de ayuda en momentos en los que son vulnerables sectores de la población que hasta ahora no lo eran, se precariza la atención y el seguimiento de los casos, y se tiene que acabar priorizando en unos servicios sobre otros. Y, para ellos, "no es una cuestión de recursos, sino de medios y de una planificación global que no se base solo en la concesión de una ayuda económica".

CONSECUENCIAS Esa falta de personal no significa que no se haya hecho un esfuerzo por parte de la plantilla. Los trabajadores sociales, educadores, psicólogos, técnicos auxiliares y administrativos que conforman los equipos de cada centro municipal también han intervenido en más casos. Así, según sus datos, si cuando llegaban más de 50.000 expedientes se atendían 22.185 casos, con más de 72.000 lo hacían en 35.504. Un 60% de incremento con la misma plantilla.

Las consecuencias de esta congelación del personal se ven, por ejemplo, en la supresión de programas como el de Te acompaño que se hacía en San Pablo y La Magdalena, dedicado a mujeres con cargas familiares a las que se les daba una orientación profesional cuidando de personas mayores y que tuvo que ser eliminado porque no había gente suficiente para impartirlo. "Y eso que tenía consignación presupuestaria y que obtuvo cierto reconocimiento con un accesit en los premios Ebrópolis".

O que "se está priorizando en las ayudas de urgencia y el IAI" dejando "en un segundo lugar" otros expedientes como los de ayuda a domicilio, "en la que solo se dan altas si hay bajas", o la teleasistencia, "que antes tenía partida específica para los casos nuevos pero ya no la hay".

"Esta falta de medios afecta a la calidad del servicio y el seguimiento de este tipo de situaciones", comentan desde la Plataforma. Es cierto que los casos de solicitud del IAI se han multiplicado por siete en solo cinco años, o que las peticiones de ayudas de urgencia se han duplicado en ese mismo periodo, pero también han aumentado otras relacionadas con servicios como los que afectan a situaciones de dificultad en la crianza de menores. Igual de relevantes desde el punto de vista de la atención social.

Por último, otra de las circunstancias que empiezan a derivarse de este colapso de los centros municipales es la misma saturación en las entidades sociales que colaboran habitualmente. "Algunas, por primera vez, están dando cita para 15 días más tarde", aseguraron desde la plataforma. Y así se van pasando el problema de unos a otros sin que la administración ponga solución al origen.