El anuncio del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de que va a retirar las tropas españolas de Irak de forma inmediata fue aplaudido ayer por el clérigo radical shií Mokatada al Sadr. Desde su refugio en Nayaf, Sadr dio la orden de detener los ataques contra los soldados españoles tanto en la ciudad santa shií como en Diwaniya, siempre y cuando no participen en acciones ofensivas en Irak.

"Los ataques contra las tropas españolas deben finalizar ahora que van a regresar a su país, siempre que no lleven a cabo agresiones contra el pueblo iraquí", dijo el clérigo shií en un comunicado. Un flaco favor a la imagen internacional del Gobierno de Zapatero, ya que este tipo de afirmaciones son utilizadas por algunos países para difundir la impresión de que España huye de Irak. En la nota, Sadr pone a España como ejemplo de lo que debería hacer el resto de las fuerzas ocupantes en Irak.

PEREGRINOS EN NAYAF Sadr y sus milicias, el Ejército del Mahdi, continúan acantonados en Nayaf, donde ayer empezaron a reunirse peregrinos para conmemorar la muerte del profeta Mahoma. En plenas conversaciones a varias bandas para evitar el asalto de la ciudad, Sadr puso ayer sobre la mesa la propuesta de que fuerzas de la ONU sustituyan a las ocupantes en Irak. Estas tropas, según la propuesta de Sadr, deberían proceder de países árabes y de naciones como Rusia, Francia o Alemania, que en su momento se opusieron a la guerra.

Mientras Sadr continúa con su frenética actividad política, el cerco estadounidense de Nayaf continúa, aunque ayer fue un día relativamente tranquilo en el que hubo algunas escaramuzas entre los efectivos estadounidenses y el Ejército del Mahdi en la cercana Kufa. Dos soldados de los 2.500 que rodean la ciudad resultaron heridos en una emboscada organizada por los milicianos en los alrededores de la ciudad santa.

Los militares estadounidenses insistían en que están preparados para tomar Nayaf pero que siguen dando una oportunidad a las negociaciones que están llevando a cabo varios mediadores shiís. "Todavía podemos esperar. Las negociaciones continúan su curso, queremos que sean los iraquís quienes solucionen sus problemas", declaró el coronel estadounidense Dana Pittard.

El curso de estas negociaciones, sin embargo, es incierto, y un portavoz estadounidense admitió que incluso ellos están confundidos: "Es difícil saber qué es cierto y qué no de todo lo que se está diciendo sobre las negociaciones", dijo este portavoz anónimo a la agencia Reuters.

PUERTA ABIERTA Por su parte, el comandante de las fuerzas estadounidenses en Irak, el teniente general Ricardo Sánchez, dejó abierta la puerta a un asalto a Nayaf, ya que, recordó, la misión de EEUU es detener o capturar a Sadr. Aun así, Sánchez prometió que sus tropas actuarán con sumo respeto a los lugares santos en caso de que luchen en Nayaf.

"Aplicaremos los mismos niveles de control que siempre hemos aplicado en este país, y puedo asegurarle que respetaremos a la gente y sus lugares santos", dijo Sánchez.