Ana tiene 40 años y lleva seis pluriempleada. Justo el tiempo que hace que se separó de su pareja y decidió comprarle su parte del piso. "Con mi sueldo de administrativa no me llegaba para hacer frente a todos mis gastos porque ya solo de hipoteca pagaba más de 700 euros, así que opté por buscar otro empleo", explica. Así, además de sus ocho horas diarias, la zaragozana trabaja la mayoría de los fines de semana como camarera en bodas y comuniones. "Si no estuviera pluriempleada no llegaría a fin de mes, y eso que no tengo hijos; si no ya sería caótico", indica Ana, que critica que "encima Hacienda te pega un hachazo al tener dos contratos". Aunque apenas le queda tiempo para quedar con sus amigos, la zaragozana se siente "privilegiada". "Hay gente que está peor y lleva años sin trabajar en nada", lamenta. Por eso, asegura sentirse "indignada" cuando escucha a los políticos hablar de recuperación. "Lo único que demuestran es que están fuera de la realidad", concluye.