El ministro Moratinos aseguró que el trabajo de los diplomáticos había sido intenso y satisfactorio, especialmente en zonas como Asia. Por eso agradeció su labor al resonsable del área, con quien bromeó en la rueda de prensa. "Bueno, se lo agradeceremos si ganamos la Expo; si no, lo mandaremos a Ulán Bator --capital de Mongolia-- donde hace mucho frío", señaló el responsable de Asuntos Exteriores.

El equipo técnico de la candidatura de Zaragoza se llevó hechos "todos los deberes" sobre la preparación del proyecto. Satisfecha la parte material del trabajo, quisieron blindar su futuro cumpliendo con la Virgen del Pilar. Antes de salir de Zaragoza, dos miembros del consorcio se acercaron a la basílica de la patrona a ponerle una vela.

Las bolsas promocionales de las tres candidaturas inundaron la recepción de la Feria de Muestras de París de diferentes colores. Triunfó el azul de Expo Zaragoza y, sobre todo, el contenido de sus 600 cajas sorpresa para autoridades, invitados y diplomáticos. A los calendarios convertibles y reversibles les acompañaba una castañuela que a muchos les fue difícil hacer sonar.

Los acompañantes de las tres delegaciones compartieron en la Feria de Muestras un buffet libre pagado al alimón y no muy apetecible para muchos. El teniente de alcalde Antonio Gaspar dio varias vueltas intentando encontrar algo que le atrayese entre tanta vinagreta y pescado escabechado. El Justicia se decantó por los tomates rellenos. Belloch no tenía tiempo para pensar en manjares.

En la comida también estuvieron presentes los productos de la tierra, en forma de vino. Pero la delegación guardaba un pequeño as en la manga, una pequeña joya regalo para la recepción posterior a la elección: unos botes con 15 gramos de azafrán turolense con una receta de paella para quien quisiera probar suerte en el fogón.