Una vez aceptado en Villanueva de Sijena que las piezas de arte retenidas en Lérida no regresarán al monasterio en breve toca mirar al futuro. Y con la vista puesta en el calendario la resolución del conflicto se antoja bastante complicada. El letrado del municipio, Jorge Español, señaló ayer que la celebración de la Diada el próximo 11 de septiembre, que se espera con un marcado cariz independentista, podría ser un impedimento de cara a la ejecución policial de la sentencia incumplida. Por su parte, el Gobierno de Aragón recordó ayer que el dispositivo para recuperar las piezas sigue en pie a la espera de una orden judicial.

El Juzgado de Instrucción número 1 de Huesca cerró ayer la jornada sin haber respondido a la solicitud de la DGA de considerar la jornada hábil en términos jurídicos para ejecutar la sentencia desobedecida por la Generalitat. Ante la falta de comunicación oficial, lo más probable es que cualquier novedad quede en suspenso al menos hasta septiembre, ya que aunque la magistrada responsable, María del Carmen Aznar, seguirá de guardia hasta mañana, ninguna de las partes implicadas espera un cambio de postura en las próximas horas. La interpretación que Español hace de este escenario tiene que ver con la enrarecida actualidad política nacional. «La Justicia quiere evitar la imagen de las fuerzas públicas actuando en Cataluña dentro de un museo de arte», denunció.

DISPOSITIVO PREPARADO

Español también lamentó la «politización» de las pretensiones aragonesas en diversos sectores de la opinión pública de la comunidad vecina. «Nosotros estamos hablando de respeto a las decisiones judiciales», expresó.

El director general de Cultura del Gobierno aragonés, Nacho Escuín, reconoció ayer que el margen de actuación en las próximas semanas es escaso. El departamento se limitó a recordar que el mismo equipo dispuesto el lunes en Villanueva para desplazarse al Museo de Lérida en busca de los bienes «está en disposición» a la espera de una decisión de la jueza las próximas semanas.

«El tiempo de las negociaciones ha terminado, y estamos a la espera de que la responsable judicial tome una determinación, porque los bienes van a volver a Aragón, no sé si hoy, mañana o en septiembre», destacó.

Las autoridades catalanas volvieron a justificar su decisión de desobedecer la sentencia alegando que no se dan las condiciones jurídicas y materiales necesarias para proteger la integridad de las 44 piezas, de las que solo siete están en exposición pública. Por el momento, existen dos recursos al mandato de la magistrada altoaragonesa que debe resolver la Audiencia Provincial. Además, consideran que el último auto firmado por el juzgado contemplaba un plazo de apelación de cinco días hábiles, algo que se cumplirá el próximo mes de septiembre.

El cansancio por el enredado proceso y la falta de colaboración en Cataluña también fue respondido ayer por la plataforma ciudadana Sijena Sí, que anunció movilizaciones. El portavoz José Yzuel indicó que en las próximas jornadas está prevista una reunión para coordinar futuras «acciones reinvindicativas», seguramente en territorio catalán.

"QUEDAMOS PARA EL FINAL"

Para Yzuel la situación producida en Sijena también tiene que ver con la reclamación de independencia iniciada por la Generalitat de Cataluña. «En estos momentos somos rehenes del referéndum», lamentó. Además, criticó que los jueces y el Estado no tomen cartas en el asunto al considerar el litigio patrimonial un asunto secundario. «Es una decepción que no sepan resolver este enfrentamiento artificial y que nos dejen siempre para el final», dijo.