La cruz de la comisión bilateral estuvo en varios asuntos que demandó el Gobierno de Aragón pero en los que no se alcanzó ningún acuerdo. Entre ellos, la pretensión de que se estudie el rescate de la concesión de la autopista AP-2 (Alfajarín-Fraga), que finaliza en el 2021, para favorecer la derivación de los vehículos pesados de la carretera nacional a la autopista. Tampoco se avanzó, más allá de un tramo hasta el Burgo de Ebro, en el desdoblamiento de la N-232 a Alcañiz, como salida natural de Aragón al Mediterráneo por la provincia de Teruel.

Asimismo, al Gobierno de Aragón le habría gustado llegar a algún tipo de acuerdo contundente para salvar la central térmica de Andorra, pero este no llegó. Mientras, el Gobierno de Aragón sigue a la espera del borrador de decreto-ley que impediría el cierre de la central, y que prometió enviar el ministro de Economía, Álvaro Nadal, sin que hasta ahora lo haya hecho.

Otros asunto pendiente y que le va a costar dinero al Gobierno de Aragón es la actualización del convenio con Renfe que permite que se preste servicio de media distancia en las líneas deficitarias de la comunidad autónoma. Sigue sin firmarse. Tampoco se avanzó en la restitución a los municipios afectados por los aprovechamientos hidroeléctricos, la mayoría de ellos pequeñas localidades pirenaicas. Según indicó Bermúdez de Castro, hay «problemas jurídicos» que por el momento impiden atender el deseo del Ejecutivo autonómico.

Hubo asimismo una mención al Canfranc y el reconocimiento de la importancia estratégica que tiene este paso ferroviario para el Estado, aunque al Gobierno aragonés le habría gustado una mayor concreción en las fechas y en el calendario de actuaciones complementarias entre Zaragoza- Huesca-Jaca y Canfranc. Del mismo modo, y a pesar de que se incluye un tramo de la N-260, no se abordó la consignación presupuestaria para impulsar el tramo entre Balupor y Fiscal, muy reivindicado por los habitantes del Sobrarbe.

A pesar de que en estos puntos no hubo principios de acuerdo, tanto Bermúdez de Castro como Guillén tuvieron palabras elogiosas y de agradecimientos para la parte contraria, destacando ambos el trabajo previo a esta comisión bilateral que fue considerada por todas las partes como el inicio de partida de unas comisiones más provechosas y un impulso a la bilateralidad inédito hasta ayer.