UGT y CCOO en Aragón no entraron ayer a valorar la dimisión del consejero de Hacienda, José Luis Saz, pero sí incidieron en la necesidad de que la presidenta del Gobierno, Luisa Fernanda Rudi, inicie un cambio de rumbo en sus políticas para "dinamizar" la economía. En este sentido, los sindicatos apostaron por incrementar los ingresos y no reducir más los gastos mediante nuevos recortes sociales.

Aunque el secretario general de UGT Aragón, Daniel Alastuey, señaló que la de Saz era una dimisión "cantada", consideró que lo primero que tiene que hacer el Gobierno es "clarificar las cuentas" y, posteriormente, "evitar los recortes", porque "no sabemos los efectos que tendrá este grave error" del Ejecutivo. A su juicio, la desviación del déficit era "lo único" en lo que ha trabajado la DGA y, sin embargo, "ha fracasado".

Una opinión compartida por el líder de CCOO, Julián Buey, quien tildó de "sorprendente" que a pesar de los "duros" recortes "haya habido déficit". Con todo, Buey apuntó que la consejería de Hacienda "no es la única que hace aguas" y destacó que "la última responsable" es Rudi. A este respecto, subrayó que es necesario un "cambio de rumbo" de las políticas de la DGA para reactivar "de una vez por todas" la economía. "Si para eso hay que cambiar a las personas, pues adelante, pero lo primero son las políticas", concluyó.