Los sindicatos quieren que el 1 de mayo, Día Internacional del Trabajo, sea un punto de inflexión con respecto a los últimos tiempos y que la recuperación económica se canalice hacia la reducción de las desigualdades y las mejoras salariales. Igualdad, mejor ocupación, salarios más altos y pensiones dignas es el lema del manifiesto unitario firmado por CCOO y UGT. Es también axioma común de la movilización que ha venido a ser bautizada como de la indignación, y que por primera vez en muchos años ha cedido buena parte del protagonismo a los más mayores, a los pensionistas.

Los sindicatos apuntan a que la movilización de este 1 de mayo puede ser un aperitivo de un año caliente muchas veces anunciado. En la recta final de legislatura, los trabajadores exigen mejoras salariales y que el crecimiento económico se traduzca en reducir la precariedad y las desigualdades.

UGT y CCOO han convocado más de 80 movilizaciones en más de 70 ciudades. Los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, respectivamente, encabezan la manifestación de Madrid, que discurrirá desde la Plaza de Neptuno a la Puerta del Sol, donde terminará con la lectura de un manifiesto. En Zaragoza, serán los secretarios generales en Aragón de UGT y CCOO, Daniel Alastuey y Manuel Pina, quienes harán lo mismo en la manifestación que partirá a las 11.30 de la plaza San Miguel.

Con un inicio de año en el que la ciudadanía ha tomado la calle por diversas razones (la huelga feminista o las protestas de los pensionistas, sobre todo), queda por ver qué capacidad de convocatoria mantienen las centrales de cara a esa anunciada ofensiva sindical.

De manera paralela a las convocatorias de los dos sindicatos mayoritarios, CGT y OSTA, entre otras organizaciones, reivindicarán su papel apegado al terreno y a la movilización, aunque también en la línea de reclamar mejoras laborales y sociales en unos momentos en los que son las empresas y las grandes fortunas los grandes beneficiados del crecimiento.

Entre las reivindicaciones, los sindicatos reclaman a la patronal una subida salarial reflejada en la negociación colectiva, para que los salarios recuperen poder de compra. UGT y CCOO piden una subida mínima del 3,1% -que resulta de la inflación prevista para 2018 (1,6%) más 1,5 puntos adicionales en concepto de recuperación del poder adquisitivo perdido-, con una cláusula de revisión salarial y un salario mínimo en convenio de 1.000 euros brutos mensuales.

Otra de las reivindicaciones de este año consiste en reclamar que las pensiones se revaloricen por encima del 0,25 % que establece la norma actual. En este sentido, consideraron el anuncio del Gobierno de subirlas conforme al IPC este año y el que viene un «mero parche». Las centrales instan a derogar la reforma del 2013 para que en las tres próximas décadas el sistema continúe siendo público y suficiente.