Andorra no se rinde. Más de un millar de personas —1.500, según la Guardia Civil; 3.500, a ojos de los convocantes— han salido esta mañana a la calle en la villa minera para exigir alternativas reales de empleo ante la inminente y definitiva defunción de la industria del carbón, que se materializará con el cierre de la térmica de Endesa dentro de poco más de cinco meses —el 30 de junio—. El tiempo pasa y la prometida transición justa de la zona no acaba de concretarse, algo a lo que no ha ayudado la falta de Gobierno en España, la repetición de las elecciones generales y la ausencia de presupuestos. Mientras, el goteo de despidos en las subcontratas de la central no cesa —alrededor de un centenar en el último año— y los planes para reactivar el territorio siguen sin echar a andar, lo que hace que cunda el hastío y el pesimismo ente vecinos y trabajadores del sector.

La protesta, que ha partido a las 12 horas de la plaza del Regallo y ha finalizado casi una hora después en ese mismo lugar bajo el lema Transición o traición. Andorra por la defensa del empleo, ha sido un nueva llamada de atención sobre la urgencia de un salvavidas para esta comarca. «No habrá transición energética justa sino la hay social y laboralmente», se ha advertido en el manifiesto leído al término de la marcha, que fue promovida por UGT, CCOO, el comité de la térmica, la plataforma de trabajadores de las subcontratas y la Agrupación de Jubilados de Endesa. La lectura del escrito ha corrido a cargo de varios maestros de los colegios del municipio.

El presidente del comité, Hilario Monbiela, ha reclamado a Endesa «que se despejen de una vez las dudas» sobre su plan de inversión tras el cierre y «aclare» cuántos de los 138 empleos fijos que prevé crear con renovables serán propios de la compañía. Esto es clave, ha dicho, para poder recolocar en la zona al máximo número de trabajadores de la plantilla de la térmica. «Muchos compañeros están siendo enviados fuera del territorio y sin un proyecto viable para que vuelvan», ha lamentado.

INCERTIDUMBRE EN LAS SUBCONTRTAS

La situación es peor para los más de 100 trabajadores que quedan en las subcontratas, que están abocados al despido en los próximos meses y carecen de garantías de recolocación. «No sabemos qué será de nosotros. Pedimos a Endesa que nos tenga en cuenta cuando desmantele la central», ha demandado Nicolás Bespín, que forma parte del colectivo.

«Hay que continuar haciendo fuerza para que las instituciones firmen los mejores acuerdos posibles para estos pueblos», ha asegurado Daniel Alastuey, secretario general de UGT Aragón. «Vamos a exigir al Gobierno y a las empresas que se impliquen para lograr de verdad que ningún trabajador se deje atrás», ha remarcado Jesús Crespo, responsable estatal del sector de la energía de CCOO. «Tenemos futuro pero necesitamos ayuda en una transición que tiene que ser rápida porque tenemos poco tiempo», ha clamado el alcalde de Andorra, Antonio Amador.

Todos han considerado positiva la continuidad de Teresa Ribera como ministra de Transición Ecológica y han valorado su conocimiento de la realidad del territorio, que visitó hace un año. Han confiado asimismo en que la formación del Gobierno permita poner en marcha cuanto antes el convenio de transición justa de Andorra, que se prevé firmar en los próximo meses.

PRESENCIA DE TODOS LOS PARTIDOS

La de hoy ha sido la enésima protesta de los últimos años que reivindica un futuro para este enclave tras el fin del carbón, que lo ha sido todo para el desarrollo de la provincia de Teruel durante el último siglo. La capacidad de movilización, sin embargo, ha flojeado, quizá por una sensación de resignación. La participación en la manifestación ha sido muy inferior a la que se celebró justo hace un año, cuando salieron a la calle 5.000 personas —6.500, según lo organización—. Entonces, el ambiente estaba más enardecido por el cierre repentino de las dos últimas minas de carbón que quedaban, en Ariño y Foz Calanda, y la reciente confirmación del apagón programado de la térmica de Andorra.

La convocatoria esta vez tenía un corte más sindical. Aún así, el respaldo político ha sido unánime e incluso Vox no ha querido perderse la cita. Todos los grupos con representación en las Cortes de Aragón se han sumado a la marcha y han contado con una nutrida representación de dirigentes y cargos electos, pero al contrario de lo que ocurrió hace un año, lo han hecho sin sus primeros espadas en la mayoría de los casos y no ha habido ningún consejero del Gobierno de Aragón.

La participación más destacada del PSOE ha sido la de los alcaldes de Andorra y Ariño, Antonio Amador y Joaquín Noé, y la del diputado nacional, Herminio Sancho. La delegación del PP la ha encabezado el presidente provincial, Joaquín Juste. Los que sí han contado con sus líderes a nivel autonómico fueron Cs (Daniel Pérez Calvo), Vox (Santiago Morón) e IU (Álvaro Sanz). Por el PAR ha estado la concelaja andorrana y diputada autonómica Esther Peirat y por CHA, el presidente comarcal, David Martínez, entre otros. Podemos ha contado con varios representantes.

También ha estado Teruel Existe, que ha contado con pancarta propia y sus muy visibles carteles reindicativos de la España Vaciada. De hecho, la agrupación electoral ha servido de acicate para la manifestación gracias al protagonismo que ha adquirido en la política nacional. Gracias al interés que despierta, hasta algún medio nacional ha cubierto el acto de protesta.

NO TODO ES NEGRO: NUEVAS INDUSTRIAS DE SAMCA

A pesar del pesimismo dominante, no todo es negro para esta comarca y su entorno. Tras el mazazo que supuso la confirmación de la clausura de la central a finales del 2018, han cristalizado varios proyectos empresariales de relieve que van a permitir paliar parte de los daños causados por la descarbonización. Ha pasado ya una año desde que Samca se vio obligada a cerrar repentina sus dos últimas minas de carbón, situadas en Ariño y Foz Calanda. Esta empresa ha logrado recolocar desde entonces la práctica totalidad de los 200 trabajadores ligados a estas explotaciones, tanto de su plantilla como de las subcontratas.

Y no solo eso. Está a punto de poner en marcha dos importantes industrias en la zona, una en Ariño dedicada a la producción de fertilizantes organominerales y otra en Alcorisa de productos cerámicos. A ello se suma la inversión anunciada por Forestalia en Andorra, donde ha comprado una unas naves de 45.000 metros cuadrados para instalar una fábrica de pellet que aspira a ser la mayor de este tipo en Europa.