Los ministros de Justicia e Interior de la Unión Europea (UE), reunidos en Bruselas en un Consejo extraordinario a raíz de los atentados de Madrid, consensuaron ayer encargar al responsable de la política exterior y de seguridad europea, Javier Solana, la preparación de un centro de espionaje para intercambiar y analizar información de los servicios secretos de los estados miembros. La reunión estuvo marcada por "un malestar general" por la deficiente información transmitida por el Gobierno español a sus demás socios, según indicaron fuentes de la presidencia irlandesa de la UE.

Ante la gravedad de la masacre de Madrid, los ministros se comprometieron a acelerar la adopción y aplicación de la legislación europea en materia de seguridad y lucha antiterrorista, que muchos países aún no han trasladado a su legislación.

El Consejo de Ministros también propuso impulsar una serie de medidas para reforzar la capacidad operativa de Europol, endurecer los controles sobre visados, pasaportes y comunicaciones, y crear bases de datos sobre sospechosos de terrorismo, pasajeros de aviones y pasaportes sustraídos o perdidos.

CUMBRE EUROPEA El amplio abanico de medidas será incluido en una declaración para combatir el terrorismo que adoptarán los jefes de Estado y de Gobierno de la UE durante la cumbre que celebrarán en Bruselas el 25 y 26 de marzo.

Además del centro de intercambio de información de espionaje, la UE nombrará un coordinador de la lucha antiterrorista, que dependerá de Solana, como ya anunció ayer este diario. La UE adelantará, asimismo, la aplicación de la cláusula de solidaridad mutua en caso de ataque, prevista en el proyecto de Constitución, y adoptará una legislación para proteger a las víctimas del terrorismo y a los testigos.

CRITICAS A ESPAÑA Durante la reunión, el ministro alemán de Interior, Otto Schily, criticó la deficiente información facilitada por el Gobierno español tras el atentado, aunque evitó reproducir esos reproches en la conferencia de prensa. Schily señaló en una de sus intervenciones en el Consejo que hay que crear un mecanismo que permita la transmisión inmediata de datos para evitar que se repita el caso de Madrid, donde al pasar el tiempo se perdió información útil importante. "Tenían que haber intercambiado datos desde el principio", recalcó, según fuentes de la reunión.

Durante el almuerzo de trabajo, Schily se quejó directamente al ministro de Interior, Angel Acebes, por "la insuficiente información" transmitida. Acebes respondió que sus prioridades en ese momento fueron los 200 muertos y la investigación, según las citadas fuentes.

El director de Europol, Jürgen Storbeck, también se quejó de la información facilitada por Madrid. "Los datos nos llegaron demasiado tarde y de forma indirecta", afirmó. "Cuando recibimos los datos sobre la identidad de los detenidos, transmitimos de inmediato toda la información que teníamos de ellos", explicó Storbeck.