La desigualdad laboral y salarial que sufren las trabajadoras aragonesas tiene un escaso reflejo en la actividad de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social (ITSS) en la comunidad. Este organismo tan solo sancionó el pasado año a tres empresas locales por cuestiones claramente relacionadas con esta materia. El importe total de estas multas fue de 1.877 euros, a los que sumar 2.601 euros de liquidaciones. El número de denuncias por discriminación de género también fue muy bajo: apenas diez en todo el 2017, un 37% menos que en el 2016 (16). Además, formalizó cuatro requerimientos para subsanar las deficiencias apreciadas en esta materia.

La lucha contra la brecha salarial y laboral supone una parte muy pequeña del control que desarrolla el organismo fiscalizador del Ministerio de Empleo. El pasado año, el ITSS realizó en Aragón 95 actuaciones preventivas y proactivas en este apartado, una menos que en el ejercicio precedente, según los datos facilitados por la Inspección a este diario. Esto representa menos del 2% del total de inspecciones (en torno a 8.000 cada año) que lleva a cabo en la región esta institución estatal de forma coordinada con el Ejecutivo autonómico.

En cuanto al tipo de acciones desarrolladas, el mayor número se concentró en el control de cláusulas y planes de igualdad y no discriminación en convenios colectivos, con un total 71 actuaciones. La siguiente categoría con más expedientes fue la de discriminación en el acceso al empleo (ofertas de trabajo), donde se realizaron 17 controles. Por posibles discriminaciones, el ITSS actuó cuatro veces y otras tres por el cumplimiento de obligaciones de conciliación familiar y laboral.

A nivel nacional, la Inspección de Trabajo impuso el pasado año 135 infracciones (tres de ellas en Aragón) por un total de 772.000 euros. Y el número de actuaciones por asuntos de desigualdad de género ascendió a 5.976.

UNA VIGILANCIA DIFÍCIL

Fuentes del INSS reconocen tener conocimiento de pocos casos de situaciones de dicriminación contra las mujeres, ya que el número de denuncias sobre esta cuestión es reducido y su control «difícil». No obstante, desde el organismo detallan que algunos de los fraudes que sufre el colectivo femenino en el mercado laboral son «transversales» o afectan a problemas más amplios. Por ejemplo, cuando se tramita una denuncia sobre salarios puede tratarse de un tema de igualdad por afectar a una mujer, pero esta variable puede no detectarse a priori y queda sin registrar a efectos de identificación.

Igualmente, destacan desde el ITSS, son «difíciles» las actuaciones proactivas o planificadas en materia de salarios, discriminación, acoso o conciliación al no contar con indicadores previos cualificados que permitan orientar adecuadamente las inspecciones hacia las empresas en las que existen problemas. A pesar de todo, las líneas de trabajo más desarrolladas son las referidas a planes de igualdad y al control del contenido de los convenios colectivos, para evitar que incluyan elementos discriminatorios o revisar que recogen cláusulas de igualdad.

Cabe destacar que la ITSS participa a nivel regional en el Grupo sobre Planes de Igualdad, dependiente del Consejo Aragonés de Relaciones Laborales, que preside la directora general de Trabajo de la DGA, Soledad de la Puente, y en cuyo seno colaboran los interlocutores sociales. Los amplios trabajos realizados por este grupo para inventariar los planes de igualdad -ya que no es obligatorio registrarlos- ayudarán a la Inspección a orientar sus acciones futuras en este campo.